Llegar al norte de la ciudad es una misión como de película: imposible. El deprimido de la autopista Norte permanece inundado y los vehículos no pueden pasar.
Llegar al sur, relativamente, estaba más sencillo. Sin embargo, en redes sociales reportaron largos trancones.
Durante el aguacero el metro suspendió el servicio en los cables de la Línea J y la Línea K por descargas atmosférica y aunque a las 5:00 p.m. se reanudó el servicio, en la Línea A comenzó el retraso, ya que en las estaciones El Poblado y La Aguacatala diferentes personas activaron el botón de emergencia que detiene los trenes.
“La ciudad está intransitable. No hay para dónde coger”, esa fue la queja de Natalia Mejía, quien en la tarde de ayer estuvo inmersa en la congestión.
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Las autoridades de tránsito reforzaron los operativos de control y pedían a las personas tener paciencia y buscar vías alternas a las principales para llegar a su destino.