En las últimas horas, ambientalistas del norte del Cauca denunciaron que un crimen ecológico ocurrió en el municipio de Caloto. Un bosque seco tropical y cañaduzales fueron consumidos por un incendio que habría sido causado por invasores.
El incendio se registró en la hacienda Japio y los ecologistas de la zona piden ayuda para salvar a las especies que se vieron afectadas por las llamas.
“Hay un crimen ambiental, un crimen ecológico de las especies únicas de flora y fauna silvestre que hay en el país. Estamos ante un incendio en áreas protegidas”, aseguró María Luisa Holguín, ambientalista de Caloto.
Al parecer, el incendio fue provocado por un grupo de personas que fueron desalojadas de la hacienda Japio el pasado jueves, 22 de junio de 2023, por invadir el predio privado. En retaliación por ese hecho, incendiaron los lotes y bloquearon la vía que de Santander de Quilichao conduce a Caloto.
El sector empresarial de la región señaló que estos actos afectan al ecosistema y al desarrollo de la región.
“Predios que ya han sido invadidos anteriormente. Todo esto se suma a las afectaciones al derecho a la vida, derecho al trabajo. Pedimos que se pueda actuar prontamente para contener esta emergencia, teniendo en cuenta las afectaciones que se tienen en la flora y la fauna del ecosistema”, agregó Edwin Maldonado, miembro del Comité Intergremial y Empresarial del Valle del Cauca.
En ese orden de ideas, Edwin Maldonado hizo un llamado a las autoridades nacionales. “Pedimos al Gobierno nacional una atención prioritaria y de emergencia en nuestra región para contener todos estos conflictos que se están presentando en materia de seguridad”, anotó.
La seguridad pide ayuda para proteger las zonas afectadas y que se entablen diálogos con estas comunidades que frecuentemente intentan invadir predios privados.
Incendio en una bodega
El pasado 20 de junio de 2023 se registró un incendio en una bodega de reciclaje acabó con el descanso de varias familias del barrio Bosa San Bernardino, en el sur de Bogotá, que también provocó daños en dos viviendas aledañas. “Nuestra casa”, decía llorando uno de los niños que veía cómo todo ardía en llamas.
“Fue un momento bastante difícil porque ver de un momento a otro que todo se enciende en llamas y ver las familias acorraladas, angustiadas porque no saben a quién reclamar. Gracias a Dios, Bomberos llegó relativamente temprano y pudo controlar el fuego porque pudo haber sido mayor”, dijo uno de los residentes de las casas que, por las altas temperaturas, sufrieron grietas en los muros y afectación en las ventanas.
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