Mientras se movilizaba en un vehículo por una vía rural en el municipio de Restrepo, Valle del Cauca, fue asesinado Julio César Ojeda, docente y líder sindical.
“Rechazamos estos comportamientos con aquellos maestros de Colombia que promueven las escuelas como territorio de paz”, indicó Fernando Jaramillo, vocero del SUTEV Valle.
El crimen de Julio César Ojeda se suma a tres asesinatos de líderes registrados en la última semana en los departamentos de Valle y Cauca: Jesusita Moreno, José Ernesto Cuetia y Clara Isabel Zamudio.
Según Indepaz, ya son 87 los líderes asesinados, cifra que ha cuestionado el Gobierno nacional, porque, de acuerdo a la Defensoría del Pueblo, el número es inferior (52).
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Juan Pappier, investigador senior de Human Rights Watch, advirtió que “Colombia corre el enorme riesgo de normalizar estos asesinatos constantes de defensores de derechos humanos. Urge repensar la estrategia de seguridad y protección en el país. Ya son cientos de líderes asesinados en los últimos años”.
Nelson Arévalo, líder social del Catatumbo, cree que "para que no sigan contando líderes y lideresas muertos, es necesario que el nuevo gobierno que llegue a este país esté con su institucionalidad internamente en los territorios".
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"Esperamos liderazgos comprometidos con construir desde la diferencia, desde sectores amplios, las agendas políticas y sociales para la juventud, que nunca más se hagan desde un escritorio de espaldas a las realidades", pidió Jhon Estiven Contreras, líder social de la red Kolumbien.