En 18 meses, los delincuentes robaron las cuatro sedes de la institución Darío Gutiérrez Rave de Caldas, (Antioquia). Lo hurtado supera los $70 millones.
El primero de los golpes dado por los ladrones, le contó el rector Walter Humberto Montoya a Noticias Caracol, sucedió en marzo de 2016.
Ese día, de la sede La Salada Parte Alta, hurtaron 20 computadores portátiles y un video proyector donados por el Ministerio de Educación para que los 117 niños de la escuela tuvieran un acercamiento con las Tecnologías de la Información y la Comunicación ‘TIC’. El botín fue avaluado en unos 40 millones de pesos.
El próximo objetivo de los ladrones de esta escuela rural del municipio de Caldas, ubicado a unos 40 minutos de recorrido en carro desde Medellín, fue la sede Santa Clara.
Allí se metieron el 17 de marzo, un año después del primer saqueo. Esa misma jornada, no se sabe si los mismos u otros ladrones, robaron en la sede principal: por primera vez se llevaban el mercado del restaurante escolar, del que dependen, en esa sola sede, 87 niños.
Los golpes se repitieron el 29 de julio, el 7 de septiembre y el 28 del mismo mes, pero en la sede Luis Javier García, de la vereda La Salada.
En el primero de estos tres robos se llevaron 15 computadores portátiles y un sistema de cámaras del que habían sido provistos para captar delincuentes.
Pero el asalto más doloroso para la comunidad educativa fue el 28 jueves 28 de septiembre: durante la noche los ladrones irrumpieron en la misma sede y se robaron 18 tablets, una licuadora, una olla a presión y el mercado de los niños.
“Cada tablet puede costar unos 800 mil pesos. Estas tienen un geolocalizador, la denuncia se envió a la mesa de ayuda (del Ministerio de Educación) en Bogotá, pero no me han reportado algún resultado”, explicó el rector.
De los hechos tienen conocimiento la Policía, el municipio de Caldas, que es el encargado de reclamar las pólizas, la gobernación de Antioquia, encargado del Programa de Alimentación Escolar (PAE) y Mineducación, donante de los equipos de cómputo.
“Pedimos mayores rondas a los cuadrantes de Policía, a la Alcaldía que asigne o vigilantes o instalación de alarmas o cerramiento a la sede principal porque es muy frágil para que la gente se meta, porque no tiene cerramiento completo, y a la comunidad para que diga si conoce o no a los ladrones”, indicó el rector Montoya.
Updated: octubre 07, 2017 11:48 a. m.