Cielos más despejados y hasta el cantar de las aves son reflejo del descanso de las ciudades cuando disminuye el ritmo de vida.
Desde cualquier ventana es evidente notar que la contaminación ha bajado y se observan regalos de la naturaleza que, por lo general, el día a día impide contemplar.
En Bogotá, por ejemplo, los cambios son notables. Desde Usaquén Jorge Gómez, un residente, logra contemplar al fondo los nevados del Ruiz y del Tolima. Además, dice que el aire se siente más puro.
En Medellín, Guillermo León aprovecha los días de sol desde su balcón con el encantador sonido de los pájaros. Y otros como Luis Fernando Gómez valora que, desde su ventana, se vea cómo la gente cumple con el aislamiento.
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Y en Armenia, Karlina Molina muestra el reverdecer del norte de la ciudad.
Postales para disfrutar desde casa en época de cuarentena , una temporada para cuidarnos y cuidar la naturaleza.
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