Indignado y angustiado se siente un padre de familia en Medellín quien relató que nunca se imaginó que un teléfono celular que le regalaron a su hijo de 8 años se convertiría en un dolor de cabeza.
A través del celular su pequeño empezó a ser acosado sexualmente: “Un día el niño estaba jugando con el teléfono y me dijo que le habían enviado un mensaje por whatsapp. Era un video de unas personas que estaban teniendo relaciones sexuales. Yo le pedí el teléfono al niño y me hice pasar por él para entablar una conversación con la persona que le había enviado el mensaje”.
El padre recuerda que le escribían “que si le gustaba ver un pene... cosas que un niño no debe entender en este momento”.
El hecho intimidó tanto al niño que ahora muestra un comportamiento diferente: “Él ha tenido un cambio en cuanto a que está muy intranquilo porque piensa que las personas le pueden hacer mal”, comenta el padre.
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Mauricio Arango, profesional en protección del Instituo Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), afirma que para evitar que esta clase de cosas pasen es necesario vigilar y revisar constantemente tanto los teléfonos de los menores como sus perfiles en las redes sociales.
La denuncia de este caso ya está en manos de la Fiscalía, donde adelantan la investigación.
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