Pese a los esfuerzos y lucha, doña Trinidad no desfallece, su gran misión de vida se refleja en su nieto, Juan Carlos Vanegas.
Hoy tiene 10 años, al nacer se le diagnosticó parálisis cerebral. A los 6 meses los médicos le implantaron una sonda gástrica para poderlo alimentar y hace un año que la EPS Savia Salud no le autoriza el cambio que debe ser periódico.
Doña Trinidad se ha convertido en una segunda mamá, su hija debe salir a trabajar para responder por las necesidades del pequeño, como pañales y vitaminas que, según ella, tampoco son entregados con prontitud por la EPS.
“Yo ya no puedo con él, tiene que permanecer en esa cama porque me queda muy pesado, estoy constantemente volteándolo para que el niño no se me pele y no se me canse”, añade Trinidad Cardona, abuela del menor.
Publicidad
Pese a la tutela presentada, la EPS Savia Salud no cumplió con la orden de un juez de cambiarle la sonda al menor. La entidad aseguró que el próximo lunes se pondrá al día con lo requerido por el paciente.