Durante 38 años, Sair Restrepo vio pasar frente a sus ojos, toda la desgracia que trajo consigo la adicción a las drogas.
“Le robé tranquilidad a mi familia, empecé a reciclar, a robar, con el fin de poderme satisfacer en el vicio”, cuenta Sair, ex habitante de calle.
Sair Restrepo, como muchos en la ciudad, habitó la calle. A tiempo entró en razón y tras dos años de intensa terapia, hoy vuelve a la calle, pero con trabajo.
“Me siento útil a la sociedad y que puedo embellecer a Medellín porque soy de Medellín”, afirma Sair, quien ahora trabaja en Emvarias.
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Como él, otras 23 personas ex adictas o que eran habitantes de calle, fueron graduadas como escobitas y desde ya embellecen y limpian las calles de la ciudad.
“Es muy gratificante poder recuperar vidas, y por eso tenemos que entender que es un problema el de habitantes de calle”, aseveró Federico Gutiérrez, alcalde de Medellín;
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Además de capacitación, estas 24 personas reciben el beneficio de hogares de paso. Otros como don Sair, volvieron a tener la oportunidad de ver a sus familiares, esta vez no fue algo que sólo pasó frente a él.