Brien Morales, jefe de la división antinarcóticos del Departamento de Estado, explica cómo están combatiendo las adicciones y qué les preocupa en Colombia.
¿Qué tan clave es para EE. UU. el tema de la adicción y la prevención?
BM: El Gobierno norteamericano está sumamente preocupado. De las últimas indicaciones del reporte de Naciones Unidas, que salió en junio de 2019, indican que, en los últimos años, aunque la población global ha incrementado un 10%, el consumo global ha incrementado un 30%. Es increíble que estemos consumiendo tanta droga en el mundo.
Tradicionalmente lo que hemos visto en Estados Unidos y en el mundo es que los países del norte -Norteamérica y Europa- son los grandes consumidores, mientras que los países en América Latina y Asia son los grandes productores.
Pero hemos visto ahora que está cambiando esta dinámica, lo que está sucediendo ahora es que, por haber tanta cantidad de droga, están los traficantes buscando nuevos mercados tanto en Asia como en África, como en América Latina.
¿Cómo se lucha contra la adicción?
BM: La adicción y los trastornos por usos de sustancias son una enfermedad crónica y reincidente, igual que la diabetes, igual que el asma, no hay cura, pero hay tratamientos muy efectivos. Hay técnicas y practicas bien documentadas que se relacionan a mirar este tema desde un ámbito biopsicosocial.
¿Han demostrado científicamente que quien sigue esos tratamientos psicológicos, sociales, etc, deja la adicción a las drogas?
BM: Absolutamente… no solo en los Estados Unidos, muchos países más. Hay ciertas terapias que son sumamente efectivas, que cruzan diferentes grupos poblacionales.
En algunos países hemos visto que está entre el 40% o 60% (el porcentaje de personas que entran a este tratamiento y se ‘curan’).
¿Ese tratamiento incluye aspectos químicos o medicinas?
BM: En el caso del alcohol y los opiáceos, sí hay medicinas que se pueden utilizar y contrarrestan, pero en el caso de las otras sustancias no existen. El componente que siempre debe estar ahí es el psicosocial.
Si se va a tratar el tema de heroína, se debe tratar no solo biológicamente con medicina, también con ámbito psicosocial porque lo que vemos es que muchas de las personas que tiene trastornos no consumen solamente una sustancia.
A nosotros nos preocupa mucho cuando hay consumo en otro país, no porque va a producir más cultivos y más drogas, también porque se van a empeorar las enfermedades comunicables y en salud mental, porque va a haber más crimen y violencia en las calles, porque va a haber menos desarrollo económico, porque va a haber más inestabilidad familiar, la gobernabilidad va a ser afectada también.
¿No es mejor legalizar?
BM: Hemos legalizado, hemos normalizado el alcohol y el tabaco y ¿qué nos ha resultado? ¿Por qué vamos a permitir más sustancias psicoactivas que son dañinas a la salud? ¿Por qué vamos a normalizar el acceso a estas sustancias que verdaderamente van a incrementar los trastornos, las violencias, los crímenes en las calles?
¿Qué tan grave es el panorama en cuanto a drogas sintéticas?
BM: Es sumamente grave, nos tiene muy preocupados. Hay más de 850 drogas sintéticas en el mercado hoy en día, y cada semana se produce una droga sintética más.
La preocupación es que es sumamente fácil producir estas drogas, cualquier persona con una maestría en Química Orgánica puede producirla en su casa. Es sumamente fácil traficarla y venderla a través de la dark web, del internet, se pueden usar criptomonedas para venderlas, a través del correo y la potencia es sumamente peligrosa: tres miligramos de fentanilo es suficiente para causar sobredosis.
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