Alcaldía asegura que es una persona que convive con los yukpa de Nuevo Escobal. Vecinos de la zona están preocupados por la falta de condiciones de salubridad.
Las alarmas se encendieron luego de que el Instituto Departamental de Salud de Norte de Santander y la Secretaría de Salud de Cúcuta confirmaran que dentro de la comunidad indígena yukpa había un caso positivo para COVID-19.
Las autoridades investigan si se trata de un miembro de esta comunidad o un residente de la zona.
“Se evidenciaron unos síntomas en un paciente, se le tomó la muestra y esta salió positiva. Son 174 indígenas, hay niños y mujeres embarazadas”, señaló Carlos Martínez, director del Instituto Departamental de Salud.
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El secretario añadió que van a tomar las pruebas en la comunidad para identificar si hay otros casos.
Sin embargo, habitantes del barrio Escobal, temen que el virus ya se esté propagando debido a la falta de condiciones de salubridad en el sector, específicamente donde está asentada la comunidad indígena.
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“Son personas vulnerables y viven del contrabando. Ellos venden carne y abastecen tiendas de la comunidad y Cenabastos y puede con ellos avanzar esta pandemia”, dice Maruja Yáñez, presidente de la Junta de Acción Comunal Nuevo Escobal.
Preocupa el contacto no solo que tuvieron con los miembros de la comunidad, sino también con los habitantes del barrio Nuevo Escobal, en la zona de frontera entre Cúcuta y Ureña, ubicado al lado del caserío de los yukpa.
Otras comunidades indígenas como los uwa están tomando medidas para evitar la propagación del virus en sus cabildos.
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