“Es casi como si se estuviera planeado una nueva cotidianidad”, dice la psicóloga Anita Quiñones Useche, decana de facultad Ciencias Humanas y Sociales.
De acuerdo con la especialista, sí es verdad que se aumenta la ingesta de comida durante el tiempo de estadía en casa “mientras que logramos saber qué hacer con ese tiempo de más”.
La principal recomendación es “empezar a generar unas rutinas, saber que esta es una situación que incluye a todo el núcleo familiar. De ahí la importancia de hablar, de negociar qué se hará durante ese tiempo”.
Ponerse tareas y estructurar una nueva manera de convivir es clave en durante el confinamiento: “no solo porque estamos en la casa nos vamos a quedar todo el tiempo en la cama. Hay que mantener los hábitos”.
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¿Y los niños?
Experta hace un llamado a que los mayores, en vez de pasarles temores a los niños, les expliquen lo que está sucediendo.
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“A ellos les gusta jugar y le toca a uno como adulto, que está en su espacio, disponerse a estar con ellos”.
A los pequeños, “les gustan los juegos que tiene que ver con temas corporales: correr, saltar, poner obstáculos. Para ellos todo es un juego, una aventura, sí y solo sí, para el adulto también lo es”.
A los más grandes, “les gusta leer y escribir. Escuchar historias. Es el momento de poder realizar acciones que les permitan a los niños ubicarse dentro de las rutinas que tenemos en casa”.
Desempolvar los juegos de mesa o bailar también puede ser una opción, “el arte y las expresiones artísticas para la tranquilidad de los seres humanos son sumamente importantes”.
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Importante, además, hacer un poco de ejercicio en casa para estirar y oxigenar los músculos.
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