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¿Está preparada Colombia para apostar por la educación virtual?

¿Está preparada Colombia para apostar por la educación virtual?

Aunque el gobierno ha buscado opciones para llegar a sectores rurales y con bajos recursos, expertos no ven el panorama claro. Ojo a esta radiografía. 

Forzados por la cuarentena y en medio de la incertidumbre de la pandemia del coronavirus , 10 millones de estudiantes de educación básica y media regresaron este lunes a clases de manera virtual: 8,1 millones de esos jóvenes pertenecen a instituciones públicas y al menos otros dos millones a escuelas rurales de Colombia.

Un escenario inédito que tiene a todos inquietos: a los padres de familia, a los alumnos mismos, a los rectores, a los operadores de telefonía y al gobierno que trata de capotear el temporal sobre un propósito esencial: que no haya deserción escolar.

“Tanto para los niños de lo urbano como de la ruralidad no hemos ahorrado esfuerzos: está la plataforma Aprender Digital, pero sabemos que no todo el país está conectado. En ese sentido estamos llegando con una programación de 12 horas en el canal 3, 2, 1 Educación, con programas como El profe en casa. Estamos teniendo parrillas de radio y enlazaremos en las próximas semanas canales regionales y emisoras comunitarias”, explica María Victoria Angulo, ministra de Educación.   

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Sin embargo, ¿está Colombia preparada para un desafío de esta envergadura? Mucho más teniendo en cuenta que la cobertura de internet, según cifras conservadoras, ronda el 70% en el país y en áreas rurales es aún más deficiente.

“Colombia no está preparada para la educación virtual. Miremos el caso de la educación rural: hoy más de 2 millones 350 mil niños se están viendo afectados por esta circunstancia”, sostiene Nelson Alarcón, presidente de Fecode. 

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Pese a estas críticas, la ministra Orozco insiste en que se están haciendo esfuerzos. Señala que la plataforma Aprender digital podrá descargarse sin consumir datos. 

Agrega que a las familias de estratos 1 y 2 se les facilitará un paquete de internet con tarifas muy bajas que se mantendrán hasta 2023.

Para los expertos, no obstante, la radiografía de la virtualidad educativa es bastante mala. Un estudio del laboratorio de economía de la educación de la Universidad Javeriana, liderado por la profesora Luz Karyme Abadía es crudo: la mitad de los rectores de colegios públicos consultados aceptó que sus maestros no tienen ni las herramientas ni las estrategias pedagógicas para encarar lo que se viene.

“La emergencia sanitaria que estamos viviendo a causa del COVID-19 evidenció el atraso tecnológico tan grande que existe en los colegios oficiales del país”, afirma la profesora Abadía.

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Y como si todo no fuera lo suficientemente complejo ya también ronda la corrupción. Una auditoría de la Contraloría reveló en enero pasado graves irregularidades en 25 contratos por 153 mil millones de pesos suscritos por siete gobernaciones y pagados con recursos del sistema de regalías.

Dichos contratos tenían por objeto la prestación de servicios de conectividad a internet a instituciones de educación pública.

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Según el expediente, en algunos contratos se pagó dos veces por este servicio. En otros, las megas compradas por las gobernaciones a los operadores de internet no se entregaron y hasta hubo contratos millonarios para proveer internet a centros educativos en tiempos de vacaciones escolares. Y eso que solo se auditó la tercera parte de las regiones de Colombia.

Estos hallazgos, que hoy indaga también un grupo élite de la Fiscalía, se dieron en las gobernaciones de La Guajira, Magdalena, Santander, Norte de Santander, Meta, Nariño y Casanare.

Mientras el Gobierno busca salidas para evitar la deserción escolar y tanto padres como alumnos se llenan de paciencia para resistir el nuevo modelo de educación virtual, los organismos de control le ponen la lupa a toda la contratación para evitar un desangre.

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