El excomandante del Ejército deberá narrar todo lo sucedido con el caso de falsos positivos. Las víctimas hicieron un plantón exigiendo verdad.
“Montoya, Montoya diga la verdad, crímenes de estado, nunca, nunca más”, con este canto y un plantón, varias víctimas de lo que hoy se conoce como falsos positivos le exigieron al excomandante del Ejército Nacional, Mario Montoya, quien rinde este martes su primera versión voluntaria ante la JEP, que diga la verdad sobre los más de 2.000 casos de ejecuciones extrajudiciales en los que estaría involucrado.
Una de esas víctimas es Ana Belina Páez, quien con dolor recuerda la muerte de su hijo Eduardo Garzón y asegura que para ella será muy difícil perdonar al general en retiro.
“Yo puedo perdonar a quienes lo hicieron porque ellos cumplían una orden, pero a este señor no creo que lo pueda perdonar, yo no estoy preparada para perdonar”, expresa la mujer.
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“Sabemos que hay 11 versiones sobre él, sobre los falsos positivos, las víctimas de Soacha necesitan saber qué pasó con sus hijos, sus hermanos”, señala Lucía Osorno Ospina, integrante del Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado (Movice).
Al plantón no solo asistieron víctimas, también militares en retiro como Heider Ospino, quien fue soldado profesional y asegura que lo sacaron del Ejército porque se opuso a dar los resultados exigidos por los altos mandos en ese entonces.
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“En el 2008 fuimos retirados por no acatar órdenes de cometer falsos positivos o ejecuciones extrajudiciales y lo más irónico de la vida es que en el 2008 existía el lema: respeto a los derechos humanos y fortalecimiento de los derechos humanos”, relata Ospina.
La audiencia del general en la que participan 41 víctimas se prolongará hasta el viernes y las víctimas esperan que allí se puedan conocer pistas de lo que ocurrió con los falsos positivos ocurridos hace más de 10 años.
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