Las deudas no dan espera para algunas familias bogotanas, que ahora fabrican tapabocas y elementos médicos.
En el taller de los hermanos Villarraga fabricaban puertas, rejas, andamios y todo lo relacionado con la metalmecánica.
Para no detener su negocio, diseñaron unos rodillos especiales para que los amantes de la bicicleta puedan seguir practicando su deporte sin salir de casa.
“Es un producto a muy bajo costo y de fácil acceso para poder entrenar en casa”, aseguró César Villarraga, uno de sus creadores.
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Fanny Puin tenía un bar que tuvo que cerrar mientras se supera la pandemia del COVID-19.
“Ahora nos dedicamos a hacer batas quirúrgicas, zapatones, tapabocas, hacemos los overoles, que son en un material especial, y rebuscándonos para así poder sobrevivir y para poder alimentarnos”, dijo.
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Clara Vera, que confeccionaba ropa para una empresa, ahora dedica su tiempo a los tapabocas, “porque los gastos, los servicios, el arriendo, la alimentación, eso no nos da espera”.
“Mis deudas son más o menos de dos millones de pesos”, afirma.
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