"Los artistas caleños tienen sabor en la sangre": productor del Estéreo Picnic

Foto: cortesía Mario Guzmán El sabor y la alegría que caracterizan a la Sucursal del Cielo la han puesto en la mira de productores de famosas plataformas musicales como el Estéreo Picnic. Ese contexto de celebración que envuelve a la ciudad y el clamor de los caleños por eventos alternativos se han convertido en atractivo y punto de partida para la creación del Festival Sultana, cuya segunda edición tendrá lugar el 15 de octubre en el centro de Convenciones Verde Arena, frente a la estación de Policía de La María, al sur de Cali. Philippe Siegenthaler, 'talent buyer' (comprador de talento) y miembro de T310/Absent Papa, promotora del Estéreo Picnic, habló con Noticias Caracol acerca de lo que significa la capital del Valle del Cauca en el ámbito artístico y cultural del país, así como de la nueva propuesta que trae este año Sultana para el disfrute de propios y turistas. ¿A qué le apuesta el Festival Sultana en su segunda edición? PS: A una experiencia que va un poco más allá de lo musical. No es un evento en donde la gente solo se encuentra con un concierto y una tarima de música, si no donde puede encontrar una oferta gastronómica, de esparcimiento en general y algo de diseño. Son unas horas intensas, donde los asistentes se pueden abstraer de la cotidianidad y de lo que pasa en el día a día, de sus problemas, de sus tristezas. ¿Qué resultado dejó la primera versión del evento que contó artistas de la talla de Bomba Estéreo y la Mala Rodríguez? PS: Creo que fue una apuesta positiva. El tema de querer hacer festivales en una nueva ciudad tiene cierto riesgo, la gente empieza a entender lo que significa un festival y en ese sentido lo positivo es que nació Sultana. Tuvimos la posibilidad de venir hacer un evento de esta magnitud, que nos permitió entender y conocer el mercado y la ciudad. En ese sentido fue un arranque bastante positivo que queremos replicar en esta edición. ¿En Cali sí hay público para este tipo de propuestas alternativas? Yo creo que Cali tiene público para todo, es una ciudad muy poblada, con muchísimos jóvenes que, como vemos a través de redes sociales, están pidiendo escenarios como este. El tema es de convencerlos de asistir y que entiendan que es un esfuerzo privado muy importante, donde finalmente es una oportunidad para todos, tanto para el público como para los artistas, de crear una plataforma donde se puede alimentar un show y una experiencia como la de un festival. Yo creo que público hay, el tema es conquistarlo y convencerlo de que nos acompañen. A partir de la experiencia del festival Sultana, ¿ven factible a futuro un evento de las proporciones del Estéreo Picnic en la capital vallecaucana? Esa es la gran apuesta. Sultana finalmente lo lanzamos e inventamos pensando en que se convierta en unos años en un Stereo Picnic caleño. ¿Qué significaría eso? Pues está por verse. Ahí está un poco la apuesta de Sultana y la perspectiva que necesitamos entender, ver hasta dónde puede crecer y la ciudad como tal qué tanto peso pueda aguantar, qué artistas valgan la pena pagar y tomar el riesgo. Es una apuesta de largo aliento donde vamos paso a paso entendiendo el contexto. No sé si llegue a ser de la grandeza y la envergadura de un Stereo Picnic, pero creo que Cali está para que podamos vivir una versión propia y similar a este con toda seguridad. Háblenos acerca de la propuesta artística que trae este año Sultana. Serán nueve horas de calor y magia musical. Tenemos dos grandes artistas, que creemos tienen una repercusión muy grande en diferentes contextos en la ciudad. Monsieur Periné, sin duda una de las bandas alternativas más importantes que tiene Colombia hoy en día, la cual vuelve a Cali prácticamente a celebrar todo un año de éxitos donde han ganado varios premios, entre ellos un Grammy, del que tanto caleños como colombianos tenemos que estar muy orgullosos. Es una banda que además tiene sangre caleña por Catalina, la vocalista, y creo que para ella siempre será como un placer venir a su tierra. El Festival también contará con una cuota internacional. Se trata de Claptone, una referencia de la pista de baile a nivel mundial, quizás uno de los proyectos de house más importantes que tiene el mundo actualmente. Es un personaje digamos de una importancia muy profunda en todo el baile y el ‘underground’ de la música electrónica. Tendremos el cartel extra que incluye muchos artistas caleños. A nosotros nos encanta el tema de la música del Valle del Cauca y del Pacífico, que tiene su lugar central en Cali, y en ese sentido estarán Esteban Copete, Zalama Crew, Electric Sasquatch y en la cuota nacional Telebit. El cartel del próximo año del Estéreo Picnic incluye a representantes caleños. ¿Qué valor agregado le dan esos artistas de la Sultana del Valle al evento? La apuesta del Estéreo Picnic en general es mostrar todo el contexto nacional de lo que pasa con la música, relacionada con el picnic. Hay una historia con la música colombiana muy importante y simplemente esto permite rescatar los sonidos de las diferentes regiones del país. Tendremos en el Estéreo Picnic a Zalama Crew y los HotPants, pero también habrá dos bandas que se arraigan un poco a esta ciudad, como Quantic, un inglés que creció como proyecto musical desde las raíces y la sonoridad que se vive en Cali. Por otro lado, está Canalín de Timbiquí, que ha sido una referencia del Petronio, y a través de Nidia Góngora vamos a poder sentir a esas cantadoras del Pacífico también en el Picnic. Sin duda alguna Cali ha sido la plaza grande donde ese tipo de bandas ha tenido una repercusión importante y para nosotros es importante rescatar esa trascendencia. ¿Qué caracteriza de los artistas vallecaucanos atrae a plataformas como el Estéreo Picnic? Estamos en un país donde no importa el tipo de evento que hagamos, del cual hablemos y pensemos, lo esencial es la celebración y la fiesta. En ese sentido, creo que históricamente Cali tiene mucho sabor, el cual las nuevas generaciones, de una manera autóctona, novedosa y única, ha sabido traducir a diferentes propuestas. A nosotros nos queda muy fácil programar siempre bandas vallunas porque hacen parte de ese contexto de celebración, lo tienen en la sangre, y es siempre es un placer rescatar ese sonido.