Un desfile lleno de alegría representado por casi 10 mil artistas que plasmaron alma y corazón con su baile.
La reina Isabella Chams rugió, luciendo un traje en homenaje a los gorilas.
Con su alegría, lideró a más de 90 grupos folclóricos dedicados, por décadas, a preservar el carnaval.
Fueron ocho kilómetros de desfile, sin carrozas, pero con mucho desparpajo carnavalero.
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Caracterizaciones de ‘Popeye’, el ‘Pibe Valderrama’, ‘La Chilindrina’, ‘Mario Bros’ y ‘la Negra Frutera’ también mantienen la tradición.
Artistas entregados, en carne y hueso, a nuestro patrimonio inmaterial de la humanidad.
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Entre tanto, en la gran parada de la carrera 44, su reina, Andrea Enríquez, contagió con su alegría a los asistentes.
Los casi seis kilómetros de recorrido estuvieron divididos en bloques: trailers, comparsas de tradición y fantasía y cumbiambas que mostraron la riqueza cultural de estas fiestas.
Un evento del pueblo y para el pueblo porque el carnaval de la 44 se vive desde el bordillo.
Más de 300 grupos folclóricos y disfraces contagiaron con su alegría y color a todos los que querían vivir esta fiesta multicultural.
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