El artista dijo que pudo haber aterrizado en cualquier parte del mundo, pero que la satisfacción era mayor si lo hacía en su tierra.
El avión fue un regalo que el propio Silvestre se dio de cumpleaños después de “tanto sacrificio”.
Aterrizó en Valledupar ya que dará un concierto privado en esta ciudad.
"Se podía aterrizar en cualquier parte del mundo, en Nueva York, en Londres, en España, en cualquier parte del mundo, pero la satisfacción de aterrizar uno en su tierra, la satisfacción de conseguir lo que uno con tanto sacrificio se ha trabajado no tiene precio. La verdad es que hay que darle gracias a Dios, a todos los silvestristas”, recalcó.
Publicidad
En contexto:
Este es el enorme y costoso regalo de cumpleaños que se hizo Silvestre Dangond