“No está claro qué fue lo que provocó el tiroteo. Hay al menos un par de atacantes”, declaró Kimberly Williams, capitana de la Policía de Cincinnati.
El escenario de este hecho, la discoteca Cameo, trajo a la memoria el sangriento ataque reivindicado por el grupo Estado Islámico (EI) contra un local gay en Orlando (Florida, sureste), que dejó 49 muertos y unos 60 heridos en junio de 2016.
Sin embargo, las autoridades de Cincinnati descartaron rápidamente la pista terrorista.
"Nada indica que se trate de un atentado terrorista", dijo el alcalde, John Cranley, en conferencia de prensa este domingo.
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Un hombre de 27 años, identificado como Obryan Spikes por la policía, falleció y al menos otras 15 personas resultaron heridas de bala, según un nuevo balance.
El o los autores del tiroteo todavía a no han sido detenidos, de acuerdo a las autoridades de esta ciudad de 300.000 habitantes.
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La policía señaló en un primer momento que había un solo agresor.
"Necesitamos que los testigos tengan la valentía de desplazarse para identificar al o los atacantes", pidió el alcalde.
El tiroteo se inició en la noche del sábado al domingo en el interior de Cameo.
"Parece que el conflicto comenzó entre grupos específicos de individuos durante el día, antes de escalar hasta la tragedia", señaló el alcalde en Twitter.
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"La investigación determinó que la discoteca estaba repleta, con alrededor de 200 personas", agregó el jefe de policía de Cincinnati, Eliot Isacc, ante la prensa.
"Varios hombres originarios de los alrededores se enredaron en una disputa en el bar que degeneró en un tiroteo de parte de varias personas", añadió.
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