La mujer, experta en estos animales, estaba recogiendo pelo cuando fue golpeada por la espalda.
Hace dos semanas, Amber Kornak publicó en Facebook, bastante emocionada, que había encontrado un nuevo trabajo. Era lo que siempre había soñado: estudiaría a los osos grizzly en su ambiente natural, en las montañas rocosas de Montana, Estados Unidos.
Su primera tarea fue recoger ejemplares de pelo en los árboles que los grizzlys usan para rascarse y así hacerles estudios de ADN. La labor fue desempeñada sin contratiempo por más de 7 días.
El 17 de mayo, Kornak estaba haciendo la recolección cuando fue atacada por la espalda. Aún no se sabe si fue un oso grizzly o negro, que también habita por dicha zona, el que le causó dos fracturas en el cráneo y profundas heridas por todo el cuerpo.
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A pesar de la dureza del ataque, la especialista en vida salvaje se pudo defender usando un spray anti-osos y logró huir de la zona.
“El entrenamiento de Amber en la vida salvaje afloró en ese momento. De alguna manera caminó 3 kilómetros desde el lugar del ataque hasta donde tenía su vehículo de servicio. Luego manejó en la búsqueda de ayuda”, contó Jenna Hemer, amiga de Kornak, que organiza una colecta por internet para pagarle los servicios médicos.
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Amber fue remitida al centro médico Kalispell, donde fue intervenida por cuatro horas. Allí le removieron los fragmentos de hueso que quedaron en la cavidad cerebral.
Kornak tendrá que soportar una dura recuperación.
Entretanto, muchas personas comenzaron a criticarla en redes sociales diciendo que el ataque fue por su culpa. Según estos, ella no debía estar sola en el bosque y tenía que haber escuchado al oso aproximándose.
La oficina de Peces, Vida Salvaje y Parques de Montana se pronunció en defensa de la mujer: “Ella no escuchó al oso por una quebrada cercana y los expertos pueden andar solos, aunque se recomienda que vayan en grupos de tres”.
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