Una llamada anónima advirtió del artefacto 45 minutos antes de que explotara en la sede de la radiotelevisión Skai, a las afueras de Atenas.
El artefacto estalló hacia las 2:30 a.m.
Tras la llamada, la Policía cerró las calles adyacentes y evacuó el edificio donde está la cadena, una de las más importantes del país que pertenece a la familia de armadores Alafouzos.
"La democracia no está amenazada", indicó la ministra de Protección del Ciudadano, Olga Gerovassili, que fue al lugar de la explosión acompañada por la dirección de la Policía.
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Autoridades antiterroristas abrió una investigación que apunta a los grupos extremistas griegos.
Desde hace años son recurrentes en Grecia los atentados contra cadenas de televisión, bancos, instituciones públicas o legaciones diplomáticas, imputados a grupos anarquistas o de extrema izquierda.
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