La pelea inició cuando se propuso celebrar audiencias separadas sobre el proyecto. Los bandos se dividían entre legisladores prodemocracia y los leales a Pekín.
El proyecto a debatir permitiría que las personas acusadas de un delito, incluidos extranjeros, sean extraditados a países sin acuerdos formales, incluida China.
Los políticos se treparon en mesas, maldiciéndose y amontonándose mientras el personal de seguridad intentaba mantener el orden.
Dos mujeres y dos hombres resultaron heridos en la revuelta legislativa. Uno de ellos tuvo que ser sacado en una camilla después de caerse en el acalorado momento.
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