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Donald Wuerl es señalado de haber encubierto los abusos sexuales de más de mil menores cuando fue arzobispo de Pensilvania.
El cardenal presidía una misa en la iglesia de la Anunciación y tomó un momento para pedir oraciones a los fieles por el papa Francisco, en medio de la tormenta que enfrenta.
"Debemos permanecer unidos en oraciones por el papa Francisco", dijo.
Entonces, un hombre le gritó: "¡Qué vergüenza!". Seguidamente se puso de pie y abandonó la iglesia.
Otra mujer hizo lo mismo y se marchó a solo unos pasos de él. Entonces el cardenal hizo su mea culpa.
“Sí, hermanos y hermanas, vergüenza. Desearía poder rehacer las cosas en estos 30 años”, expresó el alto jerarca.
Wuerl pidió perdón por sus “errores de juicio y su ineptitud” en el escándalo de los abusos sexuales. Pero no le bastará para rehacer su nombre.
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También en la diócesis de Pittsburg, Pensilvania, que Wuerl dirigió y en la que ocurrieron los abusos, hubo gestos en su contra.
Su nombre fue removido de la entrada de un colegio católico. “La decisión de remover el nombre del cardenal fue hecha en el mejor interés de la escuela y sus estudiantes”, indicó el obispo David Zubik.
El cardenal ha sido acusado de encubrir a sacerdotes señalados de abuso sexual en medio del reporte sobre este escándalo en la diócesis de Pensilvania.
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