Mientras que en Perú, Julio César Arana era el gran empresario del caucho, en Colombia era la personificación del diablo. En la última entrega del especial a La Vorágine, a 100 años de su publicación, se muestran las dos caras de un hombre siniestro para nuestro país, pero considerado por muchos en el país vecino como alguien capaz de levantar una ciudad hecha a imagen y semejanza de las europeas.La vorágine de José Eustasio Rivera cumple 100 años: el clásico literario que denunció una masacreEn el Amazonas colombiano, Julio César Arana era jefe absoluto de un ejército de demonios a los que llamaba sus capataces del caucho. En el Amazonas peruano era un respetable empresario que se codeaba con los poderosos. Dios y diablo bajo la mirada de Fausto Buinaje, un huitoto maestro y coordinador académico de la Casa del Conocimiento.“Un dios allá porque él tenía todo el poder, él era senador allá, y acá el diablo porque todos los capataces que tenía pues mataban, y entonces lo consideran como el diablo, el que el que tenía el poder de matar”.En Iquitos, varios creen que la historia ha sido injusta con Arana; lo piensa Simón Aquino, un habitante de la ciudad peruana que afirma que “son rumores porque tenían que ir a trabajar a la selva, puede ser que le picaba la víbora, a lo mejor faltaban los medicamentos, uno moría, entonces pensaban que él los mataba, pero no era así”.Martín Reátegui, a quien llaman guaquero de bibliotecas en esa región, reconoce la masacre de las caucherías pero la enmarca en un contexto mucho más amplio: antes de los peruanos otros masacraban indígenas.“Ya en esa época, cuando están trabajando la quina, varios puestos ya se da todo un proceso perverso de muertes, y explotación y crímenes contra los pueblos. En el documento de Rocha están descritas las masacres que se hacen con niños y etcétera, con los puestos dirigidos por Colombia, por colombianos, entonces había ahí un perverso sistema. En ese sistema es que aparece Arana, se mete al tema, comienza a negociar, comienza a comprar terrenos y se instala en un sistema que estaba instalado”, sostuvo.El papel de Roger Casement, el cónsul británico que destapó con sus denuncias los crímenes cometidos por la casa Arana y cuyo libro azul descansa en el barco museo de Ayapua sobre el río Amazonas, genera controversia.Sus escritos y La Vorágine quedaron como improntas de un holocausto.Y es que Arana es el hombre detrás de La Vorágine, el que provoca la desgracia de sus protagonistas sin untarse de su sangre.El epílogo de la realidad no podía ser más doloroso: más de 50.000 indígenas asesinados. Y el epílogo de la ficción en La Vorágine no podía ser más real: “Es el hombre civilizado el paladín de la destrucción”.La Vorágine: así fue el sufrimiento y la masacre de los indígenas en la ruta del caucho
En la mitad de la selva peruana, a orillas del río más caudaloso de la tierra, el viejo mundo instaló un pequeño reflejo suyo. Con azulejos traídos de Europa se levantó la ciudad de Iquitos, el pueblo que es un vestigio de lo que fue la fiebre del caucho, misma que fue inmortalizada por José Eustasio Rivera en La vorágine, obra que cumple 100 años.La Vorágine: así fue el sufrimiento y la masacre de los indígenas en la ruta del cauchoIquitos cuenta con 84 casas que son declaradas como patrimonio de Perú. Estas viviendas narran en silencio la forma en la que se levantó una ciudad que tuvo locomotora y que vio la luz antes de que a Lima, capital de ese país, la iluminara el primer bombillo.Los excéntricos millonarios empresarios de esa época levantaron sus mansiones sobre botellas de perfumes y de cerveza, pues, en aquel momento, en Iquitos no existía piedra o concreto para hacer los cimientos de las edificaciones.Sobre esos cimientos de vidrio tallado se convirtieron mansiones como la casa Morey, el hotel Palace, la casa Cohen, la casa Irapay y decenas de edificios que hoy son majestuosos palacetes que se han convertido en diferentes espacios.En aquel momento, de Iquitos salían barcos cargados con bolas de goma y llegaban naves repletas desde Europa. Levantar una casa y comprar barcos eran los fetiches del cauchero, sus formas de demostrar poder y dinero.Los 100 años de La vorágine: recorriendo la casa Arana, el epicentro de la masacre de las caucherías
En La vorágine de José Eustasio Rivera, que cumple 100 años, quedó registrado cómo se vivió la denominada fiebre del caucho, entre los años 1880 y 1912. En la tercera entrega de Sangre Blanca se reconstruyó la ruta del caucho hasta Europa y Estados Unidos, donde requerían este material para construir bicicletas y carros.Le puede interesar: Los 100 años de La vorágine: recorriendo la casa Arana, el epicentro de la masacre de las caucheríasLa Chorrera, en el Amazonas, es considerado como un sitio de bendición y maldición, pues la geografía le dio al lugar la belleza y la riqueza, pero al mismo tiempo puso sobre su magia los ojos hambrientos del peruano Julio César Arana, el más grande empresario del caucho en el Amazonas.La profesora Aurora Mendoza guarda con especial cuidado la copia de un mapa de 1906 ordenado a un cartógrafo por Julio César Arana y sus hermanos para no perder el control de todo el territorio que habían anexado a sus planes comerciales.Vea el informe completo en el video que encuentra al inicio del artículo.Lea, además: La vorágine de José Eustasio Rivera cumple 100 años: el clásico literario que denunció una masacre
La vorágine, la novela de José Eustasio Rivera, está cumpliendo 100 años. Este libro se convirtió en un clásico de la lectura universal. Por esto, Noticias Caracol celebra la literatura colombiana con una serie de especiales denominados Sangre Blanca.La vorágine de José Eustasio Rivera cumple 100 años: el clásico literario que denunció una masacreEn esta entrega se hizo un recorrido a una enorme mansión que se convirtió en colegio y que es testigo mudo de la masacre de las caucherías. Aquí se cuenta una historia que dejó cerca de 50.000 muertos.Cuatro tribus, hijas de la agresión de los empresarios del caucho hace 100 años, comparten hoy los mismos espacios. Son las calles angostas de La Chorrera, un pueblo enclavado en Amazonas, a dos horas por aire desde San José del Guaviare.Es la selva con sus boas, sus brumas y sus fantasmas. El río Igara Paraná, que suena a abismos y cataratas, es su patrimonio de agua. Este afluente es cruzado por estudiantes que llegan a la Casa del Conocimiento, el colegio que hace un siglo era la casa Arana, antiguo territorio del crimen.Los nombres de los patrones del caucho y de La Chorrera sufriente circulan por las páginas de La vorágine, el clásico de la literatura latinoamericana, escrito por José Eustasio Rivera. Iquitos, la ciudad que empresarios del caucho levantaron sobre sangre de indígenas“El señor Arana ha formado una compañía que es dueña de los cauchales de La Chorrera y El Encanto. Hay que trabajar, hay que ser sumisos, hay que obedecer. Los que sobrevivieron a la catástrofe perdieron el derecho de lamentarse y comentar, so riesgo de que por siempre los silenciaran”, dice un aparte del manuscrito de Rivera.Pero llegó el momento de levantar las tapas para jamás olvidar, así lo dice Edwin Teteye, rector del colegio Casa del Conocimiento: “Lo que culturalmente se llaman canastos tapados. Esos recuerdos, muy tristes, se taparon, se enterraron, no se quisieron recordar. Sin embargo, en los últimos años hemos trabajado en el sentido de que la historia también se debe recordar. Los grupos étnicos quedaron minimizados después del genocidio y ya en este sitio funcionó también el orfanatorio a cargo de los misioneros. Allí se formaron los nuevos individuos bajo la orientación católica”.Hoy la casa Arana, hecha de las rocas de La Chorrera y la espalda de los indígenas, es la memoria en pie de su tragedia. Este lugar fue declarado patrimonio cultural y está lleno del espíritu de los abuelos y bisabuelos que fueron asesinados por los capataces del caucho.Julio César Arana, el barón del caucho que amasó fortuna sobre sangre indígena
Colombia celebra este 2024 los cien años de La vorágine, uno de los tres grandes clásicos colombianos de la literatura universal. José Eustasio Rivera se hizo inmortal con el relato de la tragedia que vivieron miles de indígenas en el Amazonas por cuenta de la fiebre del caucho.Recorrido por la Casa Arana, testigo mudo de la masacre de las caucherías “En el tiempo que los abuelos no tuvieron ese conocimiento de cómo defenderse, entonces fueron inocentemente acribillados, acabados, entonces somos los poquitos que existimos ahorita acá en Colombia”, le relató a Noticias Caracol Bartolomé Ápama, indígena okaina.Es uno de los cuatro hablantes de esa lengua que aún quedan vivos. “Éramos 15.000, según la información de los abuelos que hemos tenido, y ahorita somos 127”, dijo.Esta era la ruta del caucho, que ocasionó el suplicio a miles de indígenas (Tercera entrega)Su voz, como la de muchos herederos del holocausto, suena a fragmento de la novela de Rivera.La vorágine fue publicada hace 100 años, luego de que José Eustasio Rivera la tejiera en las aguas del Amazonas por donde circulaba el caucho untado de la sangre indígena. La novela se convirtió en la gran denuncia de las masacres de las caucherías y Noticias Caracol, en el especial Sangre Blanca, rinde tributo recuperando las voces de los nietos de las víctimas.
Aunque hace 5 años el entonces presidente Juan Manuel Santos encabezó un acto con esta comunidad, hoy día piden acciones concretas ante el abandono del Estado. Manuel Zafiama es autoridad tradicional del pueblo uitoto, un sabio que tiene mucho que aportarle al “mundo blanco” si fuera escuchado. “En Bogotá ya hay derrumbes. Para eso estamos nosotros, para cuidar eso”, explica. Entre sus peticiones está que les garanticen su plan de vida, el cual implica mantener sus tradiciones y recuperar plenamente la cultura. Además, hay otras necesidades básicas con las que no cuentan, como la electricidad. Para tener energía, deben utilizar plantas eléctricas, que la mayoría de ocasiones solo les proveen electricidad durante cuatro horas al día. Los muinane, uno de los pueblos más golpeados por las caucherías, viven en permanente situación de pobreza, sin salud, sin educación y muchas veces sin alimento. “El Gobierno no nos ha apoyado en nada porque dice que somos muy poquitos”, lamenta Chela Umire, gobernadora de la etnia. Hoy los pueblos, víctimas de la explotación del caucho, no quieren guardar más silencio sobre sus miles de muertos y buscan salvarse del olvido para salvarnos a todos con su sabiduría. Aquí puede ver el especial Sangre Blanca. https://noticias.caracoltv.com/sangre-blanca-la-voragine
En la selva amazónica colombiana es considerado un “diablo” por los indígenas. En Iquitos, lo ven como un gran empresario que puso la ciudad en el ojo de Europa. Vea los otros informes de Sangre Blanca Viaje al pasado: recuento de la masacre de las caucherías que inspiró La vorágine (Primera entrega) Recorrido por la Casa Arana, testigo mudo de la masacre de las caucherías (Segunda entrega) Esta era la ruta del caucho, que ocasionó el suplicio a miles de indígenas (Tercera entrega) Iquitos, la ciudad que empresarios del caucho levantaron sobre sangre de indígenas (Cuarta entrega)
Allí, en medio de la selva peruana, aborígenes colombianos padecían la esclavitud mientras otros amasaban fortunas. En la cuarta parte del especial Sangre Blanca, Noticias Caracol viajó hasta Iquitos, una ciudad símbolo del lucro a costa del exterminio. Desde este lugar, que es la otra cara del holocausto, salían barcos repletos de goma hacia Europa. Una realidad que no escapó al libro La vorágine de José Eustasio Rivera. “Arana vive en Iquitos y su dinero está en todas partes”, dice el texto sobre el hombre al que los indígenas llamaban demonio: Julio César Arana, el varón del caucho. Vea los otros informes de Sangre Blanca Viaje al pasado: recuento de la masacre de las caucherías que inspiró La vorágine (Primera entrega) Recorrido por la Casa Arana, testigo mudo de la masacre de las caucherías (Segunda entrega) Esta era la ruta del caucho, que ocasionó el suplicio a miles de indígenas (Tercera entrega)
La Chorrera, con su belleza y ubicación, fue el lugar en el que Julio César Arana puso el ojo como principal centro de acopio. Allí, en la mitad de la selva, los Arana levantaron une enorme casona de bodegas, oficinas y calabozos por la que circuló, al mismo tiempo, la sangre blanca de los árboles y la sangre roja de los hombres. Desde allí salía la materia prima que en las selvas producía dolor y muerte y en Europa y Estados Unidos, bicicletas y autos. Vea aquí la primera parte de este especial: Viaje al pasado: recuento de la masacre de las caucherías que inspiró La vorágine (Primera entrega) Vea aquí la segunda parte del especial: Recorrido por la Casa Arana, testigo mudo de la masacre de las caucherías (Segunda entrega)
Ahora convertida en un colegio, recoge la historia de 50.000 indígenas muertos. Vea la segunda entrega del especial Sangre Blanca. Arana es un apellido que ronda en La vorágine de José Eustasio Rivera. En la realidad de la selva colombiana, es como una marca del crimen. Vea aquí el primer informe: Viaje al pasado: recuento de la masacre de las caucherías que inspiró La vorágine (Primera entrega)
Dos hombres que se movilizaban en moto y fueron captados por cámaras de seguridad serían, según las autoridades de Jamundí, Valle del Cauca, los responsables del asesinato del concejal Jhon Fredy Gil.En Cali, hospital es impactado por un rayo y se queda sin energía: trasladaron pacientesAl concejal Gil lo atacaron a tiros en un negocio de comidas rápidas cuando regresaba de la zona rural donde habría realizado una actividad del Día del Niño.“Rechazamos contundentemente este acto que hoy enluta al municipio Jamundí. Era un excelente concejal, con un trabajo en las comunidades rurales y una gran persona y nos duele muchísimo”, señaló Paola Castillo, alcaldesa de Jamundí.Tras este crimen, fueron varias las medidas que se tomaron en el consejo extraordinario de seguridad en Jamundí.“Va a haber controles mixtos del Ejército y Policía en toda la zona urbana y rural. Va a haber un grupo destacado de la Dijín, que viene de Bogotá, para poder investigar y rápidamente dar con los que realizaron este asesinato”, especificó Dilian Francisca Toro, gobernadora del Valle.Avioneta se accidentó en Cartago, Valle del Cauca: motociclista terminó heridoCon este, ya son 3 los concejales asesinados en el Valle del Cauca en lo que va del año, tras las muertes de Eliecid Ávila y Carlos Arturo Londoño en el municipio de Tuluá.Por medio de una publicación en la red social X, Martha Peralta, presidenta del partido Mais, dijo que “el pueblo no puede seguir desangrándose como consecuencia de la violencia intraestatal”.Por los responsables del crimen de Jhon Fredy Gil, las autoridades ofrecen hasta 30 millones de pesos de recompensa.En el departamento hay miedo ante las constantes amenazas de grupos armados ilegales, por lo que la gobernadora le envió un mensaje al Gobierno nacional.“Vamos a seguir viendo muertes de personas, no solamente concejales si no muertes de la sociedad civil, si no se interviene por parte del Gobierno nacional”, puntualizó Dilian Francisca Toro.La situación en el departamento es preocupante y en las últimas horas las autoridades confirmaron que alias Chinga, responsable del homicidio del presidente del concejo de Tuluá, se fugó del lugar donde permanecía detenido junto a otro menor de edad.
Este lunes, 29 de abril de 2024, repite la zona uno en el racionamiento de agua en Bogotá. La medida, que empieza a las ocho de la mañana e irá por 24 horas, tendrá lugar en 286 barrios de 10 localidades.>>>Vea: ¿En cuánto tiempo se agotará el agua en Colombia? Esto dice la inteligencia artificialZona 1 del racionamiento de agua en BogotáEntre calle 116 y calle 85, entre carrera 2 y carrera 45 Entre calle 85 y calle 53, entre carrera 7 y carrera 45.Entre calle 85 y calle 26, entre Avenida Caracas (carrera 14) y carrera 68.Entre calle 26 a calle 44Sur, entre carrera 6 y carrera 68.La restricción comprende barrios Antonio Nariño (23 barrios), Barrios Unidos (53), Chapinero (18), Los Mártires (22), Puente Aranda (69), Rafael Uribe Uribe (28), Santa Fe (1), Teusaquillo (52), Tunjuelito (4) y Usaquén (16).Ojo a los barrios que se quedarán sin agua este 29 de abrilLa Alcaldía de Bogotá compartió este documento en el que indica cuáles son los barrios que tendrán cortes de agua este lunes.Si aún no logra identificar su barrio, hay dos herramientas que suministra la Alcaldía de Bogotá para encontrar el dato exacto por dirección.1. ChaticoRecuerde que el número de Chatico es el 3160231524. Agréguelo a su WhatsApp y escriba cualquier palabra en el chat.El chat le indicará que escriba su dirección. No olvide hacerlo de acuerdo con las indicaciones de Chatico. Por ejemplo: Carrera XXX A # XX - XX.El chat le enviará una confirmación de la dirección. Haga clic en el botón 'Sí'.Al finalizar el proceso, Chatico le informará el día y la hora en que su barrio tendrá el racionamiento de agua.2. Página web de la Alcaldía de BogotáEn el portal https://bogota.gov.co/ encontrará una cajita de texto que dice ‘Buscar en mapas Bogotá’, allí debe escribir su dirección de residencia. Automáticamente, el sistema lo ubicará en el mapa donde sale un cuadro de texto con varios datos de su lugar de vivienda.En la parte alta de dicho recuadro aparecerá un texto que dice ‘Consúltalo aquí’, haga clic allí y de inmediato el sistema le mostrará otro recuadro donde indica el turno que le corresponde de racionamiento de agua.
El tercer ciclo de racionamiento de agua comenzará el lunes 29 de abril de 2024. >>>Vea: Zona 1 racionamiento de agua en Bogotá: barrios que tendrán corte el lunes 29 de abrilEsta medida es necesaria para preservar el suministro de agua en una ciudad que depende en gran medida de los embalses del Sistema Chingaza, que actualmente están al 16,11% de su capacidad.¿Por qué el racionamiento?Los embalses que abastecen a Bogotá están en niveles alarmantemente bajos. Para evitar un desabastecimiento total, las autoridades han implementado un sistema de restricción por turnos donde cada 15 días se va rotando estos ciclos de racionamiento en la ciudad.Barrios afectadosEn este tercer ciclo, los barrios pertenecientes al primer grupo serán los nuevamente afectados por la suspensión del servicio. Los barrios que tendrán restricción este lunes 29 de abril: afecta a 10 localidades; Antonio Nariño (23 barrios), Barrios Unidos (53), Chapinero (18), Los Mártires (22), Puente Aranda (69), Rafael Uribe Uribe (28), Santa Fe (1), Teusaquillo (52), Tunjuelito (4) y Usaquén (16).Detalles del racionamiento en la zona 1El servicio de agua se suspenderá desde las 8:00 a. m. y por 24 horas continuas.Es esencial que los habitantes de la zona 1 almacenen suficiente agua para cubrir sus necesidades durante este período.>>>Lea sobre: Racionamiento de agua en Bogotá: han puesto 20 comparendos por desperdiciar el líquidoMedidas preventivasPara enfrentar esta crisis, es crucial que los ciudadanos tomen medidas responsables:Racionamiento consciente: utilice el agua de manera eficiente. Evite el desperdicio y repare cualquier fuga.Almacenamiento: almacene agua para las horas en que el servicio esté suspendido.Prioridad en el uso: para necesidades básicas como la higiene personal y la preparación de alimentos.Educación ciudadana: comparta información sobre la importancia del racionamiento con amigos y familiares.¿Cómo buscar cuándo tiene racionamiento de agua en su barrio?Si aún no logra identificar su barrio, hay dos herramientas que suministra la Alcaldía de Bogotá para encontrar el dato exacto por dirección.1. ChaticoRecuerde que el número de Chatico es el 3160231524. Agréguelo a su WhatsApp y escriba cualquier palabra en el chat.El chat le indicará que escriba su dirección. No olvide hacerlo de acuerdo con las indicaciones de Chatico. Por ejemplo: Carrera XXX A # XX - XX.El chat le enviará una confirmación de la dirección. Haga clic en el botón 'Sí'.Al finalizar el proceso, Chatico le informará el día y la hora en que su barrio tendrá el racionamiento de agua.2. Página web de la Alcaldía de BogotáEn el portal https://bogota.gov.co/ encontrará una cajita de texto que dice ‘Buscar en mapas Bogotá’, allí debe escribir su dirección de residencia. Automáticamente, el sistema lo ubicará en el mapa donde sale un cuadro de texto con varios datos de su lugar de vivienda.En la parte alta de dicho recuadro aparecerá un texto que dice ‘Consúltalo aquí’, haga clic allí y de inmediato el sistema le mostrará otro recuadro donde indica el turno que le corresponde de racionamiento de agua.
Hoy, 20 años después del accidente del bus del colegio Agustiniano Norte, que dejó un profundo dolor en sus familias y en todo Colombia, se rindió un homenaje a la memoria y al legado de los 21 ángeles que murieron el 28 de abril del 2004. Hubo una eucaristía en la Catedral Primada de Bogotá a la que asistieron seres queridos de las víctimas, sobrevivientes, la comunidad educativa y hasta el alcalde Carlos Fernando Galán. Así cubrió Noticias Caracol la tragedia del Agustiniano Norte: “21 ángeles en el cielo”“Es un homenaje de muchas maneras. Yo cada 28 pongo imágenes, pongo mensajes y hoy fue más especial que cada uno”, reconoció María Paula Páramo, hermana de una de las víctimas del accidente del Agustiniano Norte.El dolor en las familias de las víctimas no ha dejado de estar presente, aun cuando ya les ha enseñado mucho y los ha puesto en el camino para reconstruir poco a poco la vida.La familia Reyes Beltrán tiene hoy dos angelitos en el cielo y dos nuevos frutos del amor les permitió volver a vivir. “El volver a ser padres ha llenado parte del espacio, pero igual ellos están siempre en nuestros corazones, los recordamos”, dice Esperanza Beltrán, mamá de estas dos víctimas de la tragedia del Agustiniano Norte.Con entereza, los seres queridos de las víctimas hablan de la necesidad urgente de plasmar políticas que permitan que los niños del país transiten con seguridad en las vías, pues no quieren que nadie más pase por el oscuro laberinto de perder un ser inocente. Siendo testigos del pasado, buscan dejar un legado y hoy quieren seguir siendo arquitectos del futuro para las nuevas generaciones.¿Cómo fue el accidente del Colegio Agustiniano Norte?Fue hacia las 3:15 p.m. del 28 de abril de 2004 cuando en la avenida Suba con calle 138 una recicladora de pavimento cayó encima de la ruta 12 del colegio Agustiniano Norte, causando la muerte de 23 personas, entre ellas, 21 estudiantes que apenas comenzaban a vivir.
Médicos, enfermeras, pacientes y personal del hospital Mario Correa Rengifo, en Cali, vivieron momentos de angustia luego de que un rayo impactara contra las instalaciones del centro de salud, en la noche del sábado, 27 de abril de 2024.>> Le puede interesar: Caída de rayo en Jamundí deja una persona muerta y seis más heridasEl hospital de segundo nivel, ubicado en el sur de la capital del Valle del Cauca, quedó sin el servicio de energía, debido a las fuertes lluvias que se han registrado en los últimos días.De acuerdo con Blu Radio, por la emergencia presentada, al menos cuatro pacientes tuvieron que ser trasladados de urgencia a otros centros hospitalarios de la ciudad, para que sus procedimientos médicos no fueran interrumpidos.Germán Escobar, secretario de Salud de Cali, manifestó que "debido a la situación de lluvias, se activaron los sistemas eléctricos de emergencia. Sin embargo, ocurrió una falla inesperada. Inmediatamente, se pusieron en marcha todos los protocolos de emergencia para el traslado de los pacientes hospitalizados para no afectar su salud ni comprometer su vida".El servicio de urgencias del hospital tuvo que ser suspendido de manera temporal por la falta del servicio eléctrico. Las fuertes lluvias también afectaron a la planta de energía que se tiene para enfrentar estos casos."Con el Crue y el Sistema Regulador de Urgencias se inició inmediatamente el traslado muy organizado, igualmente se dispuso un plan de contingencia, además de estar en comunicación constante con las demás autoridades para controlar la situación", sostuvo el secretario de Salud.Actualmente, personal de Emcali se encuentra trabajando en la zona para restablecer el servicio de energía al hospital y tomando medidas para que no se vuelva a presentar una situación similar.“Emcali ha atendido la situación desde el momento del incidente. Sin embargo, aunque se reparó el circuito, la energía aún no llega al hospital por daños internos. Sobre el mediodía se revisarán estos inconvenientes con un grupo operativo de la empresa”, puntualizó Germán Escobar.>> Vea más historias: Hombre murió electrocutado tras recibir descarga eléctrica cuando intentó enchufar su radio