El Servicio Nacional de Fronteras de Panamá (Senafront) desmanteló un campamento de migrantes en el Darién. En el lote, al parecer, de un privado, se cobraban extorsiones, se vendía droga y hasta se prestaban servicios sexuales.>>> También puede leer: Entre los migrantes colombianos deportados desde Panamá había miembros del Tren de AraguaEl campamento en la frontera de Panamá con Colombia conformado por 55 chozas albergaba a cientos de migrantes con un solo sueño: llegar a Estados Unidos atravesando la selva del Darién. Pero mientras lograban conseguir el dinero para cruzarlo permanecían en este paso irregular. Las autoridades lograron desmantelarlo.“El sector de la vertiente Cañas Blancas que viene directamente a la comunidad Acandí. No permitimos, por otro lado, que no se prolifere la contaminación”, aseguró Jorge Gobea, director del Servicio Nacional de Fronteras de Panamá, en diálogo con Noticias Caracol en vivo.Según Senafront, en estos sitios donde estaría delinquiendo el Clan del Golfo y engañando a los migrantes, promueven la prostitución, la extorsión y la venta de droga.Así lo confirmó Gobea: “Cuando las comunidades salen de su entorno tradicional para ejercer otro tipo de actividad comercial es lo que vas a encontrar aquí y entonces, cuando tienes una mala interpretación de las leyes, es lo que tenemos ahora mismo, que las comunidades piensan y sienten que ellos están en su derecho, que son sus tierras y pueden hacer y pueden estar en cualquier parte de ella, pero no pueden desarrollar actividades ilegales”.¿Qué encontraron en el campamento? En el campamento desmantelado había botes, plantas eléctricas, neveras y tecnología avanzada para internet.Ahora los migrantes serán redireccionados por el paso fronterizo autorizado llamado El Vergel de Cañas Blancas. Se les realizará la verificación biométrica para comprobar que tengan todos sus documentos en orden.>>> También puede leer: Cancilleres se reunieron en Necoclí para hablar del fenómeno migratorio de El Darién
En una entrevista exclusiva con Noticias Caracol, el alto comisionado de la ONU para refugiados, Filipo Grandi, describió la situación en el Tapón del Darién como "muy dramática", con cerca de 500.000 personas que han cruzado esta zona de selva en lo que va del año, incluyendo un 20% de niños no acompañados. Tapón del Darién: el drama de una madre que perdió a su hija de 17 años en la peligrosa selvaFilipo Grandi destacó los peligros que enfrentan estas personas, que incluyen la explotación financiera y la violencia de género. Además, mencionó que bandas criminales como el Clan del Golfo controlan la zona, lo que complica aún más la situación. A pesar de estos desafíos, Grandi afirmó que las agencias humanitarias están trabajando en el área, pero que se necesita aumentar la presencia del Estado para coordinar los esfuerzos de ayuda a quienes arriesgan sus vidas en busca de un futuro mejor. De otro lado, el alto comisionado también habló sobre la migración de larga distancia (se mueven de un país a otro) y la creciente movilidad múltiple de los refugiados. Resaltó la importancia de crear vías seguras, así como la operación de movilidad que permitan un reasentamiento más rápido de personas que califiquen para ir a países como Estados Unidos. "Podría ser una alternativa a viajes muy peligrosos", subrayó.También, elogió el programa de Protección Temporal de Colombia, que ha beneficiado especialmente a la población venezolana, y expresó su apoyo a la idea de ampliar este programa a otras nacionalidades. Grandi hizo un llamado a valorar y visibilizar las buenas prácticas de acogida de refugiados, como las que se llevan a cabo en Colombia. Destacó que países como Colombia necesitan más ayuda de la comunidad internacional y enfatizó en la importancia de cambiar la narrativa negativa que rodea a los refugiados y migrantes. En cuanto al conflicto armado en Colombia, Grandi expresó su preocupación por el recrudecimiento del mismo y la tendencia al alza en los desplazamientos internos. Destacó la importancia de que el Estado amplíe su presencia civil en estas zonas y genere confianza en la población. Aunque reconoció la complejidad de estos desafíos, mostró esperanza en que los esfuerzos del Gobierno puedan avanzar progresivamente. Por tráfico de migrantes en Tapón del Darién, "Clan del Golfo recibe 30 millones de dólares al año"
El presidente colombiano, Gustavo Petro, aseguró este lunes, 18 de septiembre de 2023, que la posición de cerrar la frontera entre Colombia y Panamá -cuyo límite está marcado por la densa y montañosa selva del Tapón del Darién- para parar el aumento del flujo migratorio "no es eficaz".La preparación de un grupo de amigos para cruzar el Tapón del Darién: “Entran 7 y salen 7”"Hay una posición que es reprimir, cerrar fronteras. En el caso del Tapón del Darién es taponar el tapón, lo cual es bastante difícil... Yo creo que esa posición no es la eficaz", aseguró a medios el presidente desde Nueva York, donde se encuentra para participar en la 78ª Asamblea General de las Naciones Unidas.El domingo, durante un encuentro con residentes colombianos en Nueva York, sugirió que "los poderes políticos de este país (EE. UU.) nos han pedido que tapemos el tapón, como si eso fuera fácil; que construyamos una especie de muro para que no pase la gente hacia los EE. UU.; nos han pedido que corramos en cierta forma la frontera de México con Estados Unidos en sus puestos de migración para que se instalen puestos de migración en Colombia", algo que el Gobierno estadounidense ha desmentido.John Kirby, vocero de seguridad nacional de EE. UU., señaló que no tiene “conocimiento de ninguna solicitud de algún tipo de muro o barrera física"."Así que les debemos una mejor respuesta, pero no estoy al tanto. Aparte de mejorar la seguridad en nuestra frontera, el presidente ha pedido al Congreso más fondos y más recursos para la patrulla fronteriza, pero, aparte de intentar aumentar nuestros recursos en nuestra frontera, no conozco ninguna solicitud de hacer algo así”, dijo.De otro lado, el presidente colombiano sostuvo un encuentro privado con el secretario general de la ONU, António Guterres, previo a la plenaria de 78ª Asamblea General de las Naciones Unidas, en el que hablaron de los procesos de paz en Colombia, medioambiente y crisis climática.Por tráfico de migrantes en Tapón del Darién, "Clan del Golfo recibe 30 millones de dólares al año""El mandatario se reunió con el secretario general de la ONU, António Guterres, para hablar sobre la nueva estrategia global en materia de drogas, medioambiente y crisis climática, y política de paz total", explicó la Presidencia en redes sociales sobre la reunión donde también estuvo presente el canciller colombiano, Álvaro Leyva.La Oficina del Alto Comisionado para la Paz (OACP) aseguró sobre la reunión que "el apoyo internacional a la paz de Colombia se afianza en los escenarios más importantes a nivel mundial de la mano de nuestro presidente".El mandatario colombiano planteó a Guterres la necesidad de acabar con el prohibicionismo de la hoja de coca y el cannabis, y se refirió a la irrupción del fentanilo en el mercado de drogas.
El Tapón del Darién, zona fronteriza entre Colombia y Panamá, está enfrentando una de las crisis migratorias más complejas de la historia reciente de la humanidad.Habló el hombre que dejó sola a su mamá en la selva del Darién: "Para mí estaba muerta"Más de tres mil personas intentan diariamente cruzar una de las zonas más agrestes del planeta. Las filas de migrantes que atraviesan la selva se extienden a lo largo de dos kilómetros.Por el llamado 'río de la muerte', aunque su nombre es río Turquesa, los migrantes cada día cruzan el Tapón del Darién buscando llegar a Estados Unidos. En ocasiones, hasta llevan bebés en brazos.Dicen que las aguas del 'río de la muerte' arrastran a diario migrantes que no logran sobrevivir a su corriente. Los testimonios sobre estos riesgos son los que hoy hacen que migrantes como Simonei Álvarez piensen distinto de su aventura por esta inhóspita región en Colombia.“Yo creo que antes de cruzar el Darién me hubiera gustado saber que no es tan fácil como la gente dice, es muy difícil, son muchas montañas y creo que debes estar dispuesto a morir o a vivir”, subraya Simonei Álvarez.Día de Víctimas de Desaparición Forzada: desde 2018 han logrado encontrar 16 con vidaPara esos miles que buscan cruzar esta zona, la aventura empieza en el Urabá, donde esperan por los guías. Es tal la cantidad de migrantes que Médicos sin Fronteras estableció un punto de atención permanente en el lugar.Por el pesado recorrido caminan unos tras otros, con bebés de brazos, dispuestos a enfrentar un peligro que desconocen.“Me hubiera gustado saber que tenía que traer pastillas para purificar el agua, no tanta comida pesada, sino enlatados y galletas”, cuenta Julio César, migrante.Pero lejos de generar temor, los peligros no alejan a los migrantes. El 25 de agosto de 2023, Carlos Fernando García, director de Migración Colombia, comentó que “el año pasado en noviembre estaban pasando entre 800 y 1.000 aproximadamente diarios, personas que salían de Necoclí rumbo a atravesar el Golfo de Urabá para llegar a pueblos, como Acandí, Capurganá y, posteriormente, atravesar las selvas del Darién, hoy en día en promedio son 3.000 personas diarias”.No hay una guía o un decálogo que prepare a los migrantes. Por ahora, ellos siguen llegando a Necoclí, Turbo y Acandí con la única indicación de los rumores, pero con la ilusión de hacer realidad su sueño americano.En el Tapón del Darién hoy suman otra preocupación: el posible cierre de la frontera con Panamá por la cantidad de migrantes que están cruzando la zona.
En la zona rural del municipio de Carmen del Darién, en el Chocó, un grupo armado atacó una unidad militar y mató al sargento segundo Carlos Felipe Jerez Villabona, quien prestaba sus servicios en la Séptima División del Ejército. Una víctima más que ha dejado la escalada violenta de esta semana.Durante 2023, 38 miembros de la fuerza pública han sido asesinados en ColombiaEl sargento Jerez, oriundo de Santander, estaba próximo a pensionarse. El suboficial del Ejército dejó a su esposa viuda y a un niño de tres años huérfano, su familia contó su historia en Noticias Caracol.El dolor y el desconsuelo embargan a la familia Jerez. La noticia de la muerte del sargento Carlos Felipe Jerez a manos del Clan del Golfo en el atentado del Carmen del Darién, los dejó sin palabras. La última vez que lo despidieron con vida fue hace tan solo 50 días, cuando se dirigía para su misión en el Chocó.“Carlos era nuestro pilar, era nuestro eje, todos estábamos para él y él estaba siempre para nosotros. Siempre estaba disponible, era el mejor hijo y el mejor hermano”, expresó Leidy Jerez, hermana del sargento asesinado.Ante la muerte del militar al que consideraban el héroe de la familia, reclaman al presidente de la República, Gustavo Petro, por la paz que prometió.“Este gobierno de la tal paz total no existe, es pura farsa. Día a día hay policías, miembros de la fuerza pública y del Ejército muertos, son solo cifras. Solo cifras, más y más cada día”, lamentó Leidy Jerez.El sargento Carlos Felipe Jerez cumplía 18 años dentro de la institución, prestando sus servicios al batallón de Arauca y viviendo su sueño de servirle a Colombia. Sin embargo, su final quedó grabado en el corazón de sus familiares, quienes, aseguran, no permitirán que ningún otro miembro se una a las filas del Ejército.“Jamás vamos a dejar que nadie más de la familia entre a las Fuerzas Militares, al Ejército. ¿Para qué? ¿Para que nos lo devuelvan de esa manera tan cruel como lo han hecho con mi hermano?”, aseguró la hermana del militar.“Se lo llevaron vivo y nos lo trajeron muerto”, agregó la mamá de Carlos Felipe Jerez. El féretro del militar llega este jueves, 17 de agosto de 2023, a Bucaramanga para que familiares y compañeros del Ejército lo despidan con honores.Crítica situación de violencia en Colombia: criminales asesinaron a dos militares
En la zona rural del municipio de Carmen del Darién, en el Chocó, un grupo armado atacó una unidad militar y causó la muerte al sargento segundo Carlos Felipe Jerez Villabona, quien prestaba sus servicios en la Séptima División del Ejército.La investigación contra un general que se perdió de los archivos del EjércitoLas Fuerzas Militares rechazaron el atentado y responsabilizaron al Clan del Golfo, al tiempo que anunciaron la búsqueda de los responsables para evitar que este crimen quede impune."Lamentamos y rechazamos los asesinatos del sargento segundo Carlos Felipe Jerez Villabona y del soldado profesional José Eduardo Díaz. La Fuerza Pública continuará permanentemente protegiendo la vida de los colombianos. Este gobierno no es permisivo con los criminales, seguiremos combatiéndolos", manifestó el Ministerio de Defensa en Twitter.El otro soldado asesinado al que hace referencia la publicación, José Eduardo Díaz, falleció en un ataque armado con artefactos explosivos en el municipio de El Tarra, Norte de Santander, por el grupo armado residual E33, indicó el Ejército Nacional.El atentado también dejó herido a dos suboficiales y dos soldados.Además de este atentado se reportó otro ataque con explosivos en el corregimiento La Gabarra, del municipio de Tibú. Cuatro uniformados de la policía sufrieron aturdimiento, pero no presentan heridas de gravedad.
La periodista cubana Yailen Insua hizo fuertes críticas a los programas sociales del Gobierno de la isla. Junto a su esposo, los dos cubanos decidieron huir.Joven colombiano muere ahogado en el río Bravo tratando de cruzar la frontera de MéxicoYailen y Boris llegaron a Bogotá tratando de hacer conexión aérea hacia Nicaragua, pero ese país les negó la visa. Luego de sobrevivir 12 días en el muelle internacional de El Dorado, lograron un permiso temporal en Colombia.Al quedar varados en Bogotá buscaron asilo en el país, pero les fue negado 3 veces.Ante el temor de ser expulsados o deportados a La Habana, la pareja hizo lo que hacen miles de migrantes haitianos, africanos, venezolanos y ecuatorianos que llegan a Colombia. Empezar a caminar hacia el norte del contienen en búsqueda del sueño americano."Uno parece un maniquí": este señor cuenta qué pasa cuando se toma Rey de ReyesNoticias Caracol ha seguido su recorrido hasta México.
Más de diez años tuvieron que esperar 11 comunidades en el municipio Carmen del Darién, Chocó, para contar con energía eléctrica las 24 horas del día. Hoy es una realidad gracias a los paneles solares y a una inversión que supera los 8.000 millones de pesos.Vea, también: Tragedia por derrumbe en vía Medellín-Quibdó: hay un muerto y dos desaparecidosAlumbrarse con mechones de vela y comprar pilas para las linternas era una costumbre en la comunidad de Tortuga en Carmen del Darién.Habitantes de la comunidad de Tortuga, como Teófilo Hoyo, manifestaron que llevaban años sin electricidad: “Yo llevo más de 40 años de estar aquí y vivíamos a oscuro”.Por otro lado, Abraham Herrera, otro de los habitantes del municipio, indicó que para obtener algo de luz debían utilizar velas y también baterías para los focos.Con la llegada de los paneles solares, esta práctica quedó atrás. Con 10.000 pesos mensuales, cada familia podrá recargar el servicio de energía y tenerlo las 24 horas del día.Damaris Dumasa, gobernadora de la comunidad indígena Uradá, indicó que con el programa del panel ha habido mayor acercamiento en la comunidad, pudiendo realizar las actividades cotidianas en el momento y en compañía de todos.A su vez, el líder indígena Carlos Domicó Bailarín apoya este nuevo sistema de paneles, ya que “el estar iluminados por las noches los tiene bastante contentos”.Estos sistemas solares fotovoltaicos se instalaron en 11 comunidades asentadas en sitios recónditos del Carmen del Darién.“Ya hoy son más de 400 familias que reciben este importante beneficio en las comunidades indígenas, afro y mestizas, asentadas en la cuenca del Domingodó, del Truandó y Jiguamiandó", indicó el alcalde del municipio, Pedro José Mena.Este sistema es una solución imprescindible a la hora de generar sostenibilidad ambiental y beneficiar a las comunidades.
Las operaciones de reforestación en el Urabá chocoano avanzan en los municipios de Apartadó, San Pedro de Urabá, Chigorodó y Carmen del Darién, donde ya se han recuperado numerosos ríos y terrenos usados para la siembra de cultivos ilícitos e incluso para el procesamiento de cocaína. El coronel Yhon Fabio Córdoba, comandante de la Brigada número 17 del Ejército, señaló que con estas actividades se evita que los grupos armados sigan consumiendo de manera indiscriminada la selva colombiana.Lea también: Dejan libres a cuatro personas capturadas en operación militar de Putumayo"Logrando recuperar el medio ambiente el agua y la biodiversidad, incluyendo la colaboración de la población civil, de algunas instituciones que mantienen su organización y colaboración como es Corpouraba en esta jurisdicción", señaló el oficial.Para la siembra de los árboles, el Ejército trabaja de la mano con la comunidad. El objetivo es sembrar 3 mil árboles en las zonas donde ya se han erradicado más de 100 hectáreas de cultivos de coca y así evitar la resiembra, instalación de minas antipersonal y la fabricación de laboratorios ilegales.Los habitantes en esta zona del país aseguran que, con esto, se evita que los grupos armados sigan sembrando cultivos de coca pero, además, señalan que así también se pueden evitar los enfrentamientos entre las mismas guerrillas y grupos armados que hoy se disputan el territorio."Trajo estos árboles reemplazando la mata de coca que no trae sino guerra y muerte. Están reemplazando estos árboles, los están plantando para la reforestación", dice Azucena Pérez, habitante de la región del Urabá.Hasta la vereda El Abierto en el Carmen del Darién, norte del Chocó, los soldados llegan con los perros antiexplosivos para evitar que en medio de la siembra de árboles, los militares y los civiles caigan en los campos minados."Hemos sembrado 1.300 árboles nativos de esta región en áreas donde se adelantan labores de erradicación", cuenta el capitán Jhon Alexander Benavides, integrante de la Compañía de Instrucción y Entrenamiento, que hace parte del proceso de reforestación. Los árboles llevados a las zonas de reforestación siguen siendo cultivados en viveros artesanales fabricados por el Ejército Nacional.
En al menos 17 municipios del Chocó hay afectaciones por la primera temporada de lluvias del año en Colombia. Sin terreno seco están en Curvaradó, cabecera municipal del Carmen del Darién; así mismo en Domingodó, Vigía, La Grande y Curriquitadó desde hace más de un mes. “Están inundados, ustedes pueden observar la magnitud que día a día, mes a mes, en el año son 3 y 4 veces que nos inundamos”, manifestó Antonio Beltrán, habitante del Carmen del Darién.Las población que está en la ribera del río Atrato pide a gritos el dragado de al menos cinco de las dieciséis bocas que tiene el afluente.“Hace ya mes y medio que estamos prácticamente confinados. El río no nos deja hacer labores de agricultura, y no tenemos hoy nada de eso”, expresó el alcalde encargado de Carmen del Darién, Luis Alfredo Robledo.En el Consejo Departamental de Riesgo, el gobernador del Chocó, Ariel Palacios Calderón, declaró la calamidad pública debido a la emergencia invernal en 17 municipios.Cerca de cinco mil familias están damnificadas, lo que mantiene a la subregión del Darién en alerta roja.