En mayo de 2019, una tragedia marcó para siempre la vida de una familia en el Valle del Cauca. Leidy Johana Soto Muñoz, madre de cuatro hijos, desapareció sin dejar rastro. Lo que comenzó como una angustiosa búsqueda terminó revelando un feminicidio que conmocionó a la ciudad. Su cuerpo fue hallado días después en el río Cauca, y el responsable resultó ser el hombre con quien compartió su vida por más de 15 años, el padre de sus hijos.La familia de Leidy Johana la describía como una mujer entregada a sus hijos. “Para ella su todo eran sus hijos, velaba por ellos”, recordaron en El Rastro. Por eso, cuando desapareció sin avisar y dejando a sus pequeños solos en casa, la preocupación fue inmediata. Les había dicho que saldría por un momento, pero nunca regresó.Pasadas las horas, la denuncia de su desaparición dio inicio a una búsqueda por parte de sus familiares y las autoridades. Nadie entendía qué había pasado con ella o cual podría ser su paradero.El cruel hallazgo del cuerpo de LeidyUna noche, un mensaje anónimo llegó a la familia: “A su hermana la mataron y la tiraron al río Cauca”. Al día siguiente, un pescador encontró un cuerpo flotando en el río, cerca de Chinchiná, Caldas. Estaba en avanzado estado de descomposición y con laceraciones faciales causadas por animales carroñeros, de acuerdo con las declaraciones de las autoridades.El cadáver fue trasladado a Medicina Legal, donde se confirmó lo que nadie quería creer: se trataba de Leidy Johana Soto. Ahora, las autoridades ya no investigaban una desaparición sino un feminicidio.Desde el inicio, las autoridades manejaron dos hipótesis. La primera apuntaba a John Alexander Zamora, el padre de sus hijos y con quien Leidy había decidido terminar su relación un año antes, pero este, al ser interrogado por el paradero de la mujer, señaló a la nueva pareja de ella: Yesid López, con quien había iniciado una relación tras separarse.Yesid, aunque no era conocido por todos los allegados de Leidy, fue uno de los más activos en la búsqueda. Más adelante, la atención se centró en John Alexander cuando surgieron nuevas señales en su contra.Leidy había sido madre desde muy joven. Durante más de 15 años convivió con John Alexander, dedicándose por completo a su familia y dejando sus estudios a muy corta edad. Sin embargo, tras su cuarto embarazo, decidió someterse a un bypass gástrico. El procedimiento no solo transformó su cuerpo al perder peso, sino también cambió su vida.Se sintió renovada, con deseos de trabajar y crecer. La relación con John Alexander comenzó a deteriorarse. Los celos se intensificaron y, finalmente, Leidy decidió separarse. Tras luchar para lograr una estabilidad económica, consiguió un apartamento para vivir con sus hijos, pues antes vivían en cada de sus familiares.Las pistas que delataron al feminicidaUna vecina del barrio donde vivía Leidy recordó haberla visto discutiendo con un taxista antes de los hechos. Las características del conductor coincidían con las de John Alexander, quien había comenzado a trabajar como taxista bajo el nombre falso de Harold Gómez.Yesid también relató a las autoridades que, días antes, un taxi había intentado atropellarlos. Leidy le dijo que el conductor era su expareja. La Policía rastreó el vehículo y, tras un exhaustivo análisis, encontró rastros de sangre, lo que reforzó la hipótesis de que John Alexander era el agresor.John Alexander se escondió en zona rural de Corinto, Cauca, hasta que el 15 de octubre de 2019, en estado de embriaguez, llegó a la casa de su hermano en Santander de Quilichao y como las autoriades tenían intervenidas las comunicaciones de su fmamilia, se enteraron de su ubicación y llegaron allí para capturarlo. Aunque al inicio negó los cargos, en enero de 2020, aceptó su responsabilidad. Fue condenado a 35 años y 6 meses de prisión por feminicidio.Según las autoridades, el sujeto aseguró que tenía celos de su expareja debido a la transformación física de Leidy tras la cirugía y su decisión de rehacer su vida con un nuevo amor. “Que se arrepienta y que le pida mucho perdón a Dios y a sus hijos porque los que les ha hecho más daño fue a los hijos”, expresó la familia de Leidy tras conocer la sentencia. “Nunca me imaginé que terminara en tragedia”, agregaron sobre este cruel crimen.Hoy, los cuatro hijos de Leidy viven con el recuerdo de su madre y el vacío que deja su ausencia. La familia lucha por salir adelante, pero el dolor sigue presente.
Son varias las familias colombianas que enfrentan el drama de la deportación como consecuencia de las políticas migratorias del Gobierno Trump en Estados Unidos. Quienes partieron en busca del sueño americano hoy ven sus vidas profundamente marcadas por decisiones que han roto hogares construidos durante años. Los Informantes conoció los testimonios de colombianos que relataron, entre lágrimas, la dura travesía del regreso forzado y el profundo dolor de haber sido deportados. Hoy, con una nueva crisis diplomática entre los Gobiernos de Donald Trump y Gustavo Petro, algunos temen que las implicaciones tanto para viajeros como para migrantes sean cada vez más fuertes. Después de 35 años viviendo en Estados Unidos, Gladys y Nelson González fueron deportados. Dejaron atrás una vida construida con esfuerzo y el sueño de ofrecer un mejor futuro a su familia. Hoy, sus hijas enfrentan la dolorosa realidad de una separación.El sueño americanoEn diciembre de 1989, la pareja llegó a Estados Unidos. Eran jóvenes, estaban enamorados y cargaban una maleta llena de anhelos. Buscaban mejores oportunidades y alcanzar el sueño americano.“Nosotros cruzamos por Tijuana. En la frontera era que había un cambio de guardia a la media noche. Mientras salían los oficiales y entraban eran un lapso de que unos 15, 30, minutos y en ese momento era cuando la gente cruzaba. En ese tiempo no existía el muro”, contó Gladys.Cruzaron caminando la playa de Tijuana, México, hasta San Diego, California, Estados Unidos. Desde que pisaron suelo americano, trabajaron sin descanso: lavaron platos, hicieron limpieza, pintaron apartamentos y repartieron periódicos para salir adelante.Se casaron, se convirtieron al cristianismo y, con mucho esfuerzo, lograron establecerse en Estados Unidos, pese a las barreras del idioma y las diferencias culturales. Llegaron con muchas ilusiones y metas, incluyendo la intención de legalizar su situación migratoria. En ese país nacieron sus tres hijas: Jessica, hoy de 33 años; Stephanie, de 28, y Gabriela, de 23, todas ciudadanas estadounidenses.“Me dieron el permiso de trabajo y pude sacar un seguro social bueno. Entonces, aproveché, fui a estudiar flebotomía. Fui técnico de electrocardiograma. Yo me dediqué por 21 años a hacer exámenes médicos para seguros de vida”, dijo Nelson.Problemas con su situación migratoriaEn 1994, su solicitud de asilo fue rechazada debido a inconsistencias en la fecha de ingreso al país presentadas ante la corte migratoria. Durante años renovaron el permiso de trabajo y apelaron el caso sin éxito."Nos dio orden de deportación por eso. Entonces, desde ese tiempo nosotros empezamos a apelar nuestro caso. Hicimos de todo lo que fue posible, apelar al circuito, apelar a la Cámara”, mencionó Gladys.A pesar de tener los documentos válidos para trabajar, su estatus legal nunca se resolvió. “Siempre fuimos conscientes de que íbamos a salir. Lo único que nunca de la manera como nos sacaron, ese 21 de febrero fue drástico, fue cruel”.Lo que tanto temían, finalmente ocurrió. El 21 de febrero de 2025 acudieron, como siempre, a su cita rutinaria con inmigración, sin imaginar que ese día serían detenidos, esposados y trasladados sin previo aviso. Ni siquiera tuvieron la oportunidad de despedirse de sus hijas ni de abrazar a su nieto.Pasaron por varios centros de detención en EE. UU., sin información clara y con condiciones duras. “En ese momento cuando nos arrestaron, eso me dolió muchísimo de la manera como a mi esposa la esposaron. Yo solo le podía decir a ella, perdóname”, recordó Nelson.Gladys y Nelson González pasaron a engrosar la lista de colombianos detenidos para ser deportados de Estados Unidos. Relataron las difíciles condiciones a las que fueron sometidos: permanecieron esposados de manos y pies y fueron trasladados de un centro de detención a otro sin explicaciones.“Ingresé al centro de detención a las tres de la mañana. Me tomaron fotos, huellas, todo el proceso de ingreso, como un preso. Me dieron uniforme. La primera semana fue muy dura, no paraba de llorar”, comentó Gladys.Otros testimonios: “Sueño del infierno”Así como la de Gladys y Nelson, son miles las historias de colombianos que dejaron el país en busca de mejores oportunidades. Muchos no dudaron en gastar todos sus ahorros e incluso endeudarse con tal de alcanzar el sueño americano. Ese fue el caso de Jaime Valdiris, un barranquillero de 51 años que, tras planear su viaje, recurrir a préstamos con los llamados gota a gota y confiar en coyotes para cruzar por México hacia Estados Unidos, vio frustrado su intento.“Yo me fui a buscar el sueño americano y lo que fui a encontrar fue un sueño de infierno, el sueño de la odisea, una pesadilla”, señaló.Tomó la decisión de dejar el país luego de que un amigo le hablara de la posibilidad de ganar mucho dinero en poco tiempo. Un coyote le cobró cerca de $25 millones por los tiquetes, el alojamiento y la promesa de llevarlo hasta San Diego, California.El 11 de enero de 2025, Valdiris estaba en un hostal de Tijuana, México, esperando la orden de los coyotes para cruzar a los Estados Unidos. "Había varias personas, de todos lados, ahí nadie se conoce con nadie, ahí es sálvese quien pueda. ¿Sabes? Ahí juega la ley del vivo. Nos llevaron a una carretera donde de repente nos dijeron los coyotes que corramos”, afirmó.La idea era cruzar la frontera, entregarse a las autoridades, pedir asilo y así obtener un permiso de trabajo temporal. Pero nada salió como lo había planeado. Jaime Valdiris fue detenido y, once días después, se convirtió en uno de los primeros colombianos deportados por el gobierno del presidente Donald Trump.El día de su deportación lo esposaron y lo montaron en un bus junto a otros colombianos. “Yo me sentí como un delincuente, como ellos me gritaron como un narcotraficante, como un violador, como un matón”.Regresó a Colombia sin un peso en el bolsillo. Sus amigos reunieron dinero para pagarle el pasaje a Barranquilla. No solo perdió la oportunidad de vivir en Estados Unidos, sino que tiene más de $25 millones en deudas. "Fue el peor error que he hecho en mi vida, irme a Estados Unidos a haber vivido el infierno que viví”, concluyó.La dura realidad de la deportaciónTanto la familia González como Jaime Valdiris vivieron en carne propia el dolor de la deportación. Tuvieron que empezar de cero, enfrentando una nueva realidad lejos del país donde visualizaron sus sueños.En el caso de Gladys y Nelson, la separación forzada de sus hijas y la incertidumbre sobre si algún día podrán regresar a Estados Unidos los acongoja a diario. Para Jaime, el regreso representó enfrentarse a una deuda abrumadora y al fracaso de una promesa que, lejos de cumplirse, se transformó en una pesadilla.
Cómo son por dentro las cárceles más peligrosas de Colombia es una pregunta que recurrentemente se hacen algunos curiosos y el programa Los Informantes, de Caracol Televisión, ha tenido acceso, entre otras, a La Picota, Cómbita, La Tramacúa y Bellavista. También, en el año 2018, un equipo periodístico ingresó al centro de detención de Guantánamo, un lugar mundialmente famoso por ser en el que otras épocas las torturas eran estrategia de guerra. Así se vive tras las rejas. Cárcel de CómbitaEn 2014, por primera vez una cámara logró entrar al lugar que albergaba a los delincuentes más difíciles y violentos de Colombia: el pabellón de tratamiento especial (UTE) de la cárcel de Cómbita, en Boyacá. En este tenebroso lugar, al que llamaron ‘el infierno dentro del infierno’, las celdas son de concreto, de 3 metros por 3, los prisioneros están totalmente aislados del resto del mundo y tienen derecho a una hora de sol en las “jaulas de luz”. Las medidas de seguridad aquí son especiales.La cárcel de Cómbita es una de las dos de máxima seguridad que hay en Colombia, abrió sus puertas en 2002 y tiene 8 pabellones. Los controles son extremos, hay cámaras de seguridad de alta resolución, máquinas de rayos X, reflectores y esclusas electrónicas que hacen impensable escaparse, aunque unos pocos lo han logrado, pero con apoyo y corrupción.Cárcel de Bellavista, en AntioquiaDurante años, el hacinamiento en la cárcel de Colombia ha sido noticia. En 2015, Los Informantes visitó el penal de Bellavista, en Antioquia, en donde los reclusos han dormido de pie, en baños y hasta colgados de las rejas.Aunque esta prisión tiene capacidad para 1.831 internos, año tras año el hacinamiento supera el 50%. En 2024, albergaba 3.034 presos, según cifras oficiales. En este lugar, los reclusos sobreviven en condiciones infrahumanas, en medio de roedores, olores nauseabundos, droga y hasta armas.La Picota, en BogotáEl Complejo Penitenciario y Carcelario La Picota, ubicado en Bogotá, fue construido entre 1936 y 1946 y es considerado uno de los más temidos de Colombia. En 2018, Los Informantes conoció el testimonio de un hombre que estuvo recluido allí y contaba que cómo “vivir bien” podía llegar a costar hasta 600 millones de pesos. "Se veía todo tipo de corrupción. Todo el mundo allí adentro tiene conocimiento de lo que sucede", contó el hombre que estuvo preso en La Picota. Aseguró que durante los 5 años que estuvo en la cárcel en promedio gastó 500 millones de pesos para sus "gastos internos". Hay patios a los que los mismos reclusos les llaman ‘Dubái’. Narcotraficantes, políticos corruptos y paramilitares pagan por privilegios. Desde comida gourmet hasta fiestas con licor, música en vivo y acceso a PlayStation.Cárcel La TramacúaEl ambiente en la cárcel La Tramacúa, en Villavicencio, es caliente, no solo porque las temperaturas en esta región rozan los 40 grados, sino porque los reclusos son los más peligrosos, mediáticos y de más alto perfil en Colombia están allí: reclusos acusados de violación, feminicidio, homicidio, masacres y pedofilia.Fue construida en el año 2000, tiene 12 pabellones y más de 1.000 presos. En esta cárcel, el terror y la desolación abarcan los muros de concreto espeso y hierro reforzado y durante años se han reportado torturas, amenazas, aislamiento extremo y graves violaciones de derechos humanos. “A uno de funcionario le decían ‘te trasladaron para La Tramacúa’ y daba miedo”, le dijo a Los Informantes un guardia del Inpec en 2023. Para este año, reclusos de distintas ideologías (AUC, FARC, etc.) se inventaron una "mesa de paz" y lograron acuerdos para reducir la violencia entre ellos y con la guardia.Guantánamo: prisión sin juicio ni derechosLos Informantes entraron en 2018 a Guantánamo, la base naval de Estados Unidos en Cuba a la que fueron enviados durante años sospechosos de terrorismo, algunos sin cargos, sin debido proceso y sin juicio. Alcanzó a albergar hasta a 800 hombres a los que EE. UU. llamó "combatientes enemigos ilegales" y no prisioneros de guerra.En la cárcel de Guantánamo las celdas son pequeñas, sin privacidad, los pisos y las paredes son de cemento y cada una tiene un inodoro, un lavamanos y un espejo de acero inoxidable. Las duchas son comunales. Los presos tienen objetos mínimos: Corán, diccionario y ropa básica. Consumen tres comidas al día y les dan herramientas para que puedan preparar sus alimentos con su propia sazón.Además, en el patio hay una balanza en el piso para tener controlado el peso, para vigilar cada kilo de más o de menos, porque las huelgas de hambre en Guantánamo han sido noticia desde 2001, cuando se construyó la prisión.
Leidy Johana Soto Muñoz, madre de 4 menores, desapareció en mayo de 2019, en Cali, Valle del Cauca, tras dejar a sus hijos solos en casa. Horas después, su familia comenzó una búsqueda desesperada al notar que no regresó y lo que encontró con el pasar de los días fue realmente trágico. El Rastro conoció los detalles de este terrible caso de feminicidio que dejó perpleja a una comunidad.Karol Soto, sobrina de Leidy Johana, al igual que toda su familia recuerdan a su tía como “una persona muy dedicada a sus hijos, para ella su todo eran sus hijos, velaba por ellos”. Por eso, desde el primer momento les pareció muy extraño que los hubiera dejado solos en casa.Una relación de añosDurante más de 15 años, Leidy había tenido una relación con John Alexander Zamora, padre de sus cuatro hijos. Ella, cuentan sus familiares, se dedicó al cuidado de su familia, pero con el paso del tiempo su aspecto físico cambió a tal punto que se le convirtió en un dolor de cabeza, pues decía que con cada embarazo estaba ganando peso considerablemente y por ello tomó la decisión de someterse a un bypass gástrico que terminó siendo el preámbulo de varios problemas con su pareja.Tanto la hermana de Leidy como su mamá relataron en El Rastro que, tras el último embarazo, la joven decidió separarse de John Alexander porque surgieron episodios de celos y control que no estaba dispuesta a tolerar. “Cuando ella decidió separarse de él, empezó a trabajar en oficios varios, quería vivir con los niños sola, pero aún no se le daban las cosas”, por lo que inicialmente sus hijos permanecían en casa de su hermana Marley, su hermano, Diego, o con su mamá, Rubiela Muñoz.Después de dos años de su separación y ya con la alegría de tener una vivienda para ella y sus cuatro hijos, Leidy encontró trabajo en una discoteca e incluso conoció a un hombre, Yesid López Medina, de 30 años, con quien inició una relación, aunque no quiso hacerla pública desde el primer momento.Las hipótesis de la desaparición de LeidyAunque todo marchaba bien para ella, el 22 de mayo de 2019 desapareció en extrañas circunstancias y la pregunta de sus seres queridos era una sola: ¿dónde está Leidy? “Teníamos toda la esperanza de que estuviera bien, de que de pronto se hubiera ido para algún lado o que de pronto estuviera con la expareja y no hubiera dicho”, comentó su hermano en El Rastro.Sin embargo, pese a que contactaron rápidamente a John Alexander, su exesposo, para preguntarle si tenía información de ella, este rápidamente negó cualquier contacto. La familia emprendió una búsqueda incansable tanto en las calles de la ciudad como en redes sociales y ahí empezaron a llegarles “pequeñas pistas” que los ilusionaban, pero nada concreto. A los 3 días de la desaparición, las autoridades fueron informadas e iniciaron una investigación.En medio de las pesquisas, los investigadores volvieron a tomar contacto con John Alexander y fue él quien les mencionó a Yesid López Medina: “Él decía que no sabía nada, que no tenía contacto con ella, que tenía días que no hablaba con ella, que por qué no verificaban con la pareja actual que tenía”, reveló Jhon Álvarez, del Gaula de Cali, en El Rastro. Así, empezaron a manejar dos hipótesis, una que señalaba a la expareja de Leidy y otra a su nueva relación.Pese a que el círculo cercano de Leidy no sabía de esa nueva relación, algunos familiares y amigos sí lo reconocieron y, de hecho, destacaron que Yesid López Medina fue uno de los más activos en la búsqueda de la joven madre desaparecida.Estremecedor mensajeUna noche, mientras esperaban por información sobre el paradero de su hermana, Marley recibió un mensaje anónimo que le advertía lo peor: "A su hermana la mataron y la tiraron al río Cauca". En ese momento, su familia contempló por primera vez la posibilidad de que estuviera muerta.Aunque no se supo exactamente quién envió este mensaje, paradójicamente al día siguiente de recibir el perturbador texto y a unos 300 kilómetros de Cali, Valle, un pescador encontró un cuerpo en el río Cauca. El cadáver estaba en avanzado estado de descomposición, por lo que no se podían determinar signos de violencia, pero los investigadores lograron identificar que se trataba de una mujer y que este llevaba aproximadamente una semana flotando en el río. Una vez lo trasladaron a Medicinal Legal, la familia de Leidy confirmó su identidad.“Cuando voy a verla, ella inclusive tenía la misma ropa con la que había salido de la casa. Me muestran una parte del vestido, una sandalia, porque la otra el río se la había arrancado, y yo digo: ‘sí, es ella’. Me mostraron también una joya que le sacaron del dedo”, reveló su hermano Diego, quien dice que son imágenes que quiere borrar de su cabeza.¿Quién era el responsable de la muerte?Tras encontrar el cuerpo, continuó la investigación para dar con el responsable del crimen y entre las pesquisas las autoridades encontraron el testimonio de una mujer que aseguraba que había visto a Leidy discutir con alguien y subirse a un taxi. Luego, identificaron el vehículo y descubrieron que era conducido por John Alexander Zamora, quien lo dejó abandonado en un taller.En el taxi se hallaron rastros de sangre y varias intervenciones telefónicas confirmaron que John se desplazó al Cauca tras la desaparición Leidy. Una vez identificado como responsable del crimen, fue capturado en Santander de Quilichao, Cauca - en donde se escondió por semanas - el 15 de octubre de 2019, 5 meses después del homicidio.Ante la evidencia de la Fiscalía, en enero de 2020 el sujeto aceptó su responsabilidad frente al crimen de su expareja y fue condenado a 35 años y 6 meses de prisión por el delito de feminicidio.La familia de Leidy carga con el dolor de la pérdida y lo único que espera es que John “se arrepienta, le pida perdón a Dios y a sus hijos porque hizo un daño muy grande”.
El influencer mexicano Luisito Comunica se vio envuelto en una tensa y dramática situación luego de cruzarse con una manifestación contra la gentrificación en el Parque España, en plena Ciudad de México.Según relató en su cuenta de Instagram, el youtuber caminaba por la zona cuando, de pronto, se topó con la marcha y decidió acercarse para conocer de qué se trataba. Sin embargo, su presencia no fue bien recibida por algunos manifestantes.¿Qué ocurrió con Luisito Comunica?El influencer se pronunció sobre lo ocurrido a través de sus historias de Instagram. Según relató, se encontró con la marcha contra la gentrificación, pero rápidamente comenzó a ser blanco de agresiones verbales por parte de algunos manifestantes.Afirmó que fue abucheado y confrontado al ser reconocido por los asistentes, lo que lo llevó a pedir ayuda a unos policías para poder abandonar el lugar sin mayores complicaciones.“Había mucha gente que se acercaba en buena onda, a pedir fotos, a saludar, lo que sea y ahí todo bien, pero algunas personas no”, dijo Luisito Comunica.Además, aseguró que recibió algunos comentarios como: “Tú eres parte del problema. Tú eres parte de la gentrificación”, entre otros.Ante la creciente tensión, Luisito Comunica describió la experiencia como una “situación llena de adrenalina” y aseguró que no esperaba una reacción así por parte de algunos de los asistentes a la marcha.Quedó en videoLos hechos quedaron registrados en un video que fue difundido a través de las redes sociales y que rápidamente se volvió mediático. En las imágenes se observa al influencer caminando mientras recibe múltiples insultos por parte de los manifestantes. El clip muestra cómo intenta alejarse del grupo para evitar cualquier confrontación.Asimismo, en el video se observa el momento en que un policía lo ayuda a salir del lugar, pese a que algunos manifestantes parecían tener la intención de acercarse para pedirle fotografías. Por fortuna, los hechos no pasaron a mayores y el influencer logró retirarse.Manifestación contra la gentrificaciónCiudadanos en México se reunieron para protestar por el aumento en los precios de arriendo, el desplazamiento de residentes y la transformación de barrios, fenómenos impulsados por la llegada masiva de extranjeros y el auge de plataformas digitales. Según los manifestantes, esta situación ha afectado diversas zonas urbanas, elevando considerablemente los costos de vivienda y servicios.Con consignas como “La gentrificación no es progreso, es despojo”, los manifestantes exigieron al Gobierno mexicano la implementación de medidas urgentes para frenar el fenómeno y proteger a las comunidades locales.
En una jornada de nervios, caídas y abanicos, el primer maillot amarillo de la edición 112 del Tour de Francia se posó en los hombros del belga Jasper Philipsen (Alpecin Deceuninck), tras imponerse en una jornada inaugural caótica en la que algunos nombres ilustres, como Remco Evenepoel, Joao Almeida, Primoz Roglic y Carlos Rodríguez perdieron 39 segundos en un corte.Philipsen aprovechó el gran trabajo de su equipo para evitar el desastre de los abanicos y, lanzado por Mathieu Van der Poel, todo un lujo, levantó los brazos celebrando su victoria en el Tour número 10, invirtiendo un tiempo de 3h 53' 11'' en los 184,9 kilómetros que unieron la salida y la meta de Lille, a una media de 47,6 km/h.Una vez culminó la fracción, las reacciones no tardaron en aparecer. Uno de los que habló fue Sergio Higuita, que finalizó en el puesto 144, a cinco minutos y 18 segundos del ganador. 'El Monster' no decía presente en una gran vuelta desde 2023, cuando estuvo en la Vuelta a España. Razón por la que es un regreso especial."Una etapa bastante rápida. Hubo mucho viento, pero el objetivo era llegar bien, tranquilos y sin caídas, ya que lo importante para nosotros son otras jornadas. El equipo llegó adelante, con algunos de los esprinters que hay, en buena posición y se salvó el día", afirmó de entrada el ciclista colombiano, antes de contar qué pasó."No fue nada fácil, menos con las diferentes caídas que se presentaron y lo rápido que se robó. Se sintieron los nervios en el lote", añadió. Sin embargo, la primera fracción de la 'grande boucle' tuvo algo especial y es que fue la etapa 100 en grandes vueltas para Sergio Higuita, quien no ocultó su emoción y hasta 'viajó en el tiempo'."Ya uno tiene la experiencia para afrontar estos días, entonces solo será cuestión de esperar a que llegue la hora y el momento de disputar la victoria de etapa. En ese contexto, sí se siente un poco más de nervios. Solo hay que salvar los días y da emoción porque uno, desde pequeño, sueña con estar acá. Recuerdo que escuchaba la Vuelta a Colombia por radio, después veía el Tour de Francia por televisión, en fin, así que es un sueño. Lo que quiero es aprovecharlo y dar lo mejor el día que nos vaya bien y nos sintamos de buena manera", sentenció.
PSG y Bayern Múnich protagonizaron un gran duelo en el Mundial de Clubes, que dejó la terrible lesión de Jamal Musiala y un sentido homenaje previo en memoria al fallecimiento de Diogo Jota y su hermano André Silva, quienes murieron en un accidente automovilístico, pero eso no fue lo único llamativo en el juego de este sábado 5 de julio, ya que hubo una terrible entrada de Willian Pacho y que le costó la tarjeta roja.La acción se presentó al minuto 81 y cuando el conjunto 'bávaro' se disponía a un ataque, en medio de ir en búsqueda por el balón, Pacho terminó cometiéndole una dura plancha a León Goretzka, quien inmediatamente se tiró al césped de juego quejándose de dolor. El árbitro de la contienda no dudó en expulsar a Pacho. Vea acá la dura falta de Willian Pacho a León Goretzka
Bancolombia anunció a sus clientes novedades que presentarán sus servicios digitales. El banco, que tiene más de 30 millones de clientes entre personas y empresas en los países donde opera, informó de la suspensión temporal de su aplicación móvil y sus plataformas digitales por cuenta de una actualización en sus sistemas que adelantará este domingo 6 de julio de 2025 durante las primeras horas del día, lo que implica que algunos de sus servicios se verán interrumpidos para adelantar mejoras en su plataforma tecnológica.Con un mensaje titulado "actualizaremos nuestros sistemas", Bancolombia le comunicó a sus clientes: "Nuestros canales no estarán disponibles el domingo 6 de julio desde las 03:30 hasta las 7:00 de la mañana". Es decir, en ese periodo las plataformas digitales se verán interrumpidos. Sin embargo, el banco aclaró que "en esas 3 horas y media" sus usuarios podrán transferir "a cuentas Bancolombia hasta $3 millones de pesos", así como pagar con "tarjetas físicas o retirar plata en cajeros".Desde la entidad bancaria explican que esta pausa programada es necesaria para optimizar sus sistemas digitales, por lo que con estas actualizaciones buscan ofrecer una mejor experiencia a sus millones de clientes.Cabe recordar que la aplicación móvil de Bancolombia fue actualizada recientemente. La app evolucionó de "App Personas" -que ya no está en funcionamiento- a una nueva versión que se llama Mi Bancolombia. Para actualizar la app, los usuarios deben descargar la nueva aplicación desde las tiendas oficiales (Play Store, App Gallery o App Store, de acuerdo a su celular). La nueva app, señalan desde ese banco, ofrece mejoras en velocidad, usabilidad y ofrece nuevas funcionalidades como la posibilidad de personalizar la apariencia, consultar el saldo en tiempo real durante las transacciones y la opción de abrir cuentas de ahorro de manera digital.Otro de los cambios importantes tendrá lugar el 14 de julio de 2025, día a partir del cual los negocios y comercios en Colombia podrán adelantar el proceso de vinculación al sistema de pagos inmediatos Bre-B, una iniciativa liderada por el Banco de la República que busca habilitar transferencias electrónicas entre diferentes entidades financieras en tiempo real. La novedad incluye la posibilidad de que los establecimientos se registren en esta plataforma, que entrará en funcionamiento en el segundo semestre de este año. Con Bre-B, negocios como tiendas de barrio, peluquerías, consultorios, cafeterías, farmacias, ferreterías y supermercados podrán recibir pagos desde cualquier entidad financiera afiliada al sistema. En un futuro se habilitará el proceso de inscripción de llaves, un paso clave que permitirá a los usuarios seleccionar un dato personal que servirá como identificador para realizar todas sus transferencias.WILLIAM MORENO HERNÁNDEZNOTICIAS CARACOL
Rumbo a la montaña este domingo en una etapa engañosa, que parece plana pero que está diseñada para dar paso a los "luchadores" con un final explosivo que servirá para cambiar de maillot amarillo en el Tour de Francia 2025 y ver el estado de fuerzas de los favoritos.Los 209,1 kilómetros entre Lauwin-Planque y Boulogne-sur-Mer atesoran un constante sube y baja, una etapa rompepiernas cuya dificultad, además, se verá incrementada por la lluvia que se anuncia que a buen seguro marcará la jornada este domingo.Pero, por si fuera poco, los 25 últimos kilómetros ofrecen una sucesión de tres cotas, dos de tercera y una de cuarta, además del final en Boulogne-sur-Mer con 1,2 kilómetros al 3,8 % que garantizan una batalla explosiva por la etapa.Antes, los ciclistas tendrán que superar la cota de Haut Pichot, la de Saint-Étienne-au-Mont, un terrible kilómetro al 10,6 %, con la cima situada a 9 kilómetros de la meta, además de la de Outreau, a seis, 800 metros al 8,8 %.Terreno suficiente para que corredores con mucha potencia, como el neerlandés Mathieu van der Poel, muestren su talento, pero donde también podrá verse la primera escaramuza entre los favoritos para la general, porque el perfil se adapta mucho al esloveno Tadej Pogacar.Sus declaraciones previas al inicio del Tour han sido confusas. Unos días ha asegurado que la primera semana está marcada por la supervivencia, pero otros aseguran que no desperdiciará la oportunidad de atacar si se ofrece la ocasión. Conocida su personalidad, a nadie le sorprendería un primer zarpazo.Será la primera oportunidad de una semana inicial diseñada para no multiplicar las llegadas al esprint y para ofrecer terreno a corredores explosivos, finales que ofrecen terreno de batalla para los más audaces. En total, 2.550 metros de desnivel positivo que acaban al borde del Atlántico.Un final explosivo habrá también en la cuarta etapa en Ruán, en la sexta en Vire-Normandie y en la séptima en el Muro de Bretaña, mientras que la quinta es una primera crono en Caen.Con esa propuesta, los organizadores pretenden que no haya momentos de reposo en la tensión de la carrera, pese a que en esta edición la alta montaña tardará algo más en llegar.Tour de Francia 2025: TV para ver en vivo la etapa 2La jornada podrá verse en Colombia desde las 7:15 de la mañana a través de Caracol Sports, Canal Caracol, Caracol HD2 y la aplicación Ditu.TV, etapa 2 del Tour de Francia 2025⦁ Fecha: domingo 6 de julio⦁ Trayecto: 209,1 km (Lauwin-Boulogne)⦁ Hora, Canal Caracol: 7:15 a. m.⦁ Hora, Caracol Sports: 7:15 a. m.⦁ Hora, Caracol HD2: 7:15 a. m.⦁ Hora, Ditu: 7:15 a. m.