Bumangueses siguen aguantado el mal olor del relleno El Carrasco, que debía cerrarse hace 8 años

Cerca de 20 mil personas viven en los barrios aledaños y muchos han abandonado sus casas huyendo de las enfermedades. En diciembre, al parecer, será reubicado.

"Ojalá lo quitaran de ahí, porque siempre trae enfermedades, trae insectos, moscas, zancudos, culebras también llegan", afirma Claudia Patricia Pérez, que reside cerca de El Carrasco, donde hay montañas de basura cubiertas de plástico y tierra.

Algunos temen un nuevo deslizamiento como el del año pasado y con un agravante, que varias vidas humanas queden bajo los desechos.

En el año 2011, un juez ordenó el cierre del botadero El Carrasco, pero la orden no ha sido acatada.

Manuel Azuero, alcalde (e) de Bucaramanga, reconoce que el relleno sanitario "se encuentra cerrado jurídicamente, pero se reciben basuras para efectos de estabilización del terreno y hasta que esté totalmente estabilizado el terreno, por cuestión de mitigar el riesgo, es importante que se reciban basuras".

Sin embargo, Guillermo Cardozo, subdirector ambiental de Bucaramanga, afirmó que "en diciembre tendremos la ubicación del nuevo sitio para la disposición final de residuos".

Este nuevo relleno estará a 60 kilómetros vía de Bucaramanga, lo que significaría el fin de la crisis sanitaria para la ciudad bonita.