Un habitante de la capital pasa hasta veinte días al año atascado en el tránsito. Mejorar los índices en este tema es un reto para el próximo alcalde de la ciudad.
El fenómeno del trancón ha dado para todo tipo de mediciones y el resultado no suena para nada alentador.
En la capital la velocidad promedio, entre las seis de la mañana y las ocho de la noche, no supera los 24 kilómetros por hora. Amado y odiado, lo cierto es que Transmilenio es la columna vertebral de la movilidad en Bogotá. Aunque al pasar la puerta, la situación tienda a complicarse.
Sin duda el sistema más robusto del país, o sino escuche este dato: diariamente dos millones de personas utilizan este servicio, el equivalente a que todos los habitantes de Cartagena se suban no una sino dos veces al sistema.
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Bogotá cuenta con una de las redes de ciclorrutas más grandes del mundo, no en vano es considerada por muchos como la capital mundial de la bicicleta, pues diariamente no se hacen unos 900 mil viajes. Sin embargo, todavía son muchos los problemas que aquejan a los biciusuarios.
Entonces, ¿cuál debe ser la apuesta en movilidad? El futuro alcalde deberá buscar respuestas.
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Este jueves, después de 50 años de espera, Bogotá adjudicó la primera línea del metro, una apuesta que muchos esperan ayude a mejorar la movilidad. Pero aún hace falta mucho por hacer en la ciudad.