El 15,6% de desocupados en la capital caldense son personas entre los 20 y 34 años. Dicen que, pese a ser profesionales, no pueden aspirar a más de un mínimo.
Según Fernando Ramírez, editor del periódico La Patria, "Manizales es una ciudad que alardea de su calidad de vida, que la tiene, de la cobertura de sus servicios públicos, que es real, pero que no ha encontrado cómo aplica eso para que beneficie y retenga a su talento juvenil".
La situación laboral para los jóvenes es tan difícil, que uno de cada cinco entre los 18 y 24 años ni estudia ni trabaja porque, o no puede y prefiere migrar a otras ciudades o al exterior para encontrar la oportunidad que no tiene en la ciudad.
Mateo Rivera, de la Cámara De Comercio de Manizales, dice que la escasez de oferta laboral también tiene que ver con las necesidades de los empresarios, que “no necesariamente están acordes al tipo de mano de obra que están ofertando los jóvenes. Me explico, en este momento están demandando carreras técnicas y habilidades en lenguajes de programación”.
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