Aunque traen menos sustancias químicas, eso no los hace más seguros o libres de peligros.
“Son un conjunto de elementos, diferentes al cigarrillo de combustión, donde se produce una quema. Eso lo que hace es calentar un vapor para que la persona fume, pero finalmente también puede estar expuesta a los elementos del cigarrillo de combustión o cigarrillo normal”, explica Manuel Pacheco de la Asociación Colombiana de Neumología y Medicina Interna.
Agrega que estudios recientes hablan de riesgos en enfermedad respiratoria o problemas cardiovasculares.
A la hora de dejar de fumar, estos dispositivos no deben considerarse como opción de tratamiento, advierte expertos.
Updated: febrero 21, 2019 10:19 a. m.