La interacción de las personas será diferente, además, por el rol que la tecnología ha adoptado cuando acercarse está restringido. Entrevista con un experto.
Rodrigo Arboleda, CEO del Fastrack Institute, desde hace años se dedica a entender la tecnología como herramienta para la educación. Ante la crisis por el COVID-19 , considera que “ha forzado a acelerar, en vez de rechazar, la adopción de tecnologías exponenciales por parte de la sociedad como manera de poder avanzar en el futuro de la resolución de problemas del planeta Tierra”.
Este filántropo considera que son tres grandes conclusiones del papel de la tecnología:
- Queda demostrado que de ahora en adelante internet va a ser un factor fundamental en la vida de la gente
- El teletrabajo va a constituir cada vez más una porción importante de la manera como la gente trabaja
- Adopción de tecnologías como la realidad virtual y la aumentada van a constituir una manera precisa de educar y comunicar a la gente.
Sobre qué va a pasar con el contacto humano, considera que “se recuperará gradualmente, la gente quedará muy asustada. La gente va a tener mucho cuidado en el contacto físico. El saludo de beso o estrechar la mano va a quedar un poco restringido por la psiquis de las personas”.
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Otra de las opiniones es que “el mundo no va a ser igual a como estaba hace cuatro meses. De aquí en adelante la interacción de las personas va a tener que ser de una manera diferente”
Para Arboleda, “es hora de que la tecnología y la ciencia empiecen a funcionar de una manera más penetrante”, pues “lo único que nos va a salvar en el futuro va a ser la ciencia y la tecnología”.
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La tecnología trae un mensaje de optimismo y hay que aprovecharla, puntualizó.