Destrucción en edificios, escombros y quemas hacen parte del desolador panorama con el que amaneció Cali este jueves, tras los más de 50 ataques vandálicos que se registraron durante las marchas del 28 de abril en el marco del paro nacional.
José Rubio narra con asombro los angustiosos momentos que vivió cuando su apartamento estuvo a punto de quedar en llamas, por cuenta de individuos que atacaron un banco en el centro de la capital del Valle del Cauca.
“La gente aterrada, no creía que el edificio se estaba quemando. Yo golpeaba las puertas, las viejitas no querían salir que porque ahí se sentían seguras. Yo les decía a los demás que sacaran a la gente porque se estaba quemando el edificio. Yo hasta lloraba de la angustia”, dijo.
Aseguró que, de milagro, está vivo.
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“Toda esa gritería, esa golpiza de todos los vidrios. Me asomo al balcón y estaban rompiendo todo. Eran 30, 40 tipos metidos ahí y solamente eran seis del Esmad contra todo ese vandalismo”, anotó.
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Los vándalos también arremetieron contra negocios, que fueron saqueados. Uno de ellos es el de Jorge Arenas.
“Como fueron llegando los videos y las fotos, nos angustiamos, no podíamos llegar al sitio. Ya, al final, unos compañeros de trabajo pudieron llegar y encontramos que se nos habían entrado por un lado de la reja. Nos saquearon todos los computadores, televisores, celulares y nos dañaron parte de la infraestructura de nuestro punto de venta”, afirmó.
Las autoridades adelantan varias investigaciones en busca de los responsables. No obstante, en medio del caos también hubo quienes brillaron por las buenas acciones, al recuperar y devolver elementos hurtados.
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