Ellos esperan el cumplimiento de los acuerdos pactados con la anterior administración para mejorar su calidad de vida.
Después de un año, la comunidad de Cabeceras y otras de río San Juan, en límites de los departamentos del Valle y Chocó, siguen esperando que les cumplan los acuerdos hechos con la Alcaldía de Buenaventura, para poder retornar a sus territorios.
Una de las promesas que la comunidad firmó con la Alcaldía de Buenaventura es el mejoramiento del puesto de salud, que está en condiciones deplorables. Este centro atiende a más de 3 mil personas.
Dagoberto Pretel, representante de la comunidad negra de Cabeceras, habló sobre las solicitudes su pueblo le hace a la administración distrital.
“Solicitamos de carácter urgente que se cuadre el tema del puesto de salud. Esta edificación está a punto de caerse, pues tiene más de 60 años. Este centro de salud cubre toda la zona del Bajo San Juan, a indígenas y negros”, afirmó Pretel.
Para arribar hasta este centro asistencial, las personas se demoran hasta dos horas en lancha, el transporte es difícil y varios enfermos han fallecido en el camino.
Si el tema de salud es complicado, el de la educación no se queda atrás. El colegio también se encuentra en mal estado con cielos rasos caídos, baterías sanitarias en mal estado, techo con goteras y sin pupitres para los estudiantes.
La administración de Buenaventura, encabezada por Víctor Vidal, habló sobre estos reclamos: “La situación financiera no es la mejor, no tenemos capacidad hoy para responder. Veremos qué hacer con el resto de instituciones comprometidas”.
Hace un año la comunidad se desplazó para exigir inversión social. Los habitantes esperan no tener que presionar con una nueva protesta para hacer cumplir lo que la administración les prometió.