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Dolorosas imágenes en Apartadó: comunidad carga, en medio de aguacero, cuerpos de asesinados

En medio del llanto de niños y mujeres, completamente mojada, la Comunidad de Paz entregó los cuerpos de Nallely Sepúlveda y su cuñado de 14 años al CTI: “Eso es indignante”. Denuncian nuevas amenazas en Apartadó.

Indignantes imágenes de comunidad en Apartadó cargando, en medio de aguacero, cuerpos de asesinados

Hay indignación en la Comunidad de Paz de Apartadó porque tuvieron que rescatar a hombro los cuerpos de sus familiares asesinados -Nallely Sepúlveda y su cuñado de 14 años, Edison Higuita- y, no suficiente con esto, acaban de recibir nuevas amenazas por parte del Clan del Golfo para que abandonen estos territorios.

La Comunidad de Paz por más de 20 años se ha resistido a abandonar esas tierras. Y precisamente el Papa Francisco les hizo ese reconocimiento. Durante el ángelus, en el Domingo de Ramos, expresó: “Mi cercanía a la comunidad de San José de Apartadó en Colombia. Hace pocos días fueron asesinados una joven y un niño. Esta comunidad en 2018 fue premiada como ejemplo de compromiso por la economía solidaria, la paz y los derechos humanos”.

Veinticuatro horas después de este pronunciamiento la comunidad recibe nuevas amenazas y la gente afirma que se ha retrocedido varios años, pero se niega a abandonar estos territorios.

¿Cómo tuvieron que rescatar los cuerpos en Apartadó?


Un día después del crimen de Nallely y Edison, la comunidad tuvo que trasladar los cuerpos a hombro, entre montañas y ríos, hasta el casco urbano de San José de Apartadó.

Uno de los que participó en el rescate fue Arley, quien le contó a Noticias Caracol que tuvieron que “atravesar la serranía de Abibe, que son entre cinco y seis horas caminando, en mula o en caballo; atravesar la serranía de Abibe y en el camino, las lluvias que se vinieron, el aguacero, la lluvia, se nos crece el río, se nos crecen las quebradas, lo que la autoridad no puede hacer. Eso es indignante. Pero también es indignante porque esto nos muestra la poca voluntad que tienen las autoridades judiciales para investigar estos casos”.

En medio del llanto de niños y mujeres, y completamente mojados por la lluvia, entregaron al CTI los cuerpos de sus amigos.

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Uno de ellos le expresó a los funcionarios que era “triste que la comunidad haya tenido que recorrer más de cinco horas con los cuerpos porque ustedes no llegaron. La autoridad competente no hizo presencia allí, ni la fuerza pública ni nadie, a pesar de que la comunidad autorizó el ingreso”.

¿Por qué mataron a Nallely y su cuñado?


Según el padre Javier Giraldo, sacerdote jesuita de la Comunidad de Paz, por negarse a las pretensiones de criminales que “querían desde hace mucho tiempo pasar esa carretera, construida con la dirección del paramilitarismo y con los buldóceres del Ejército. La comunidad se opuso rotundamente a esta carretera, en primer lugar porque parte su finca, y luego porque es un proyecto completamente antiecológico, y fuera de eso era ilegal completamente, eso no pasó por ninguna planeación municipal, ninguna licencia ambiental, nada”.

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Desde hace 27 años, el sacerdote acompaña a esta población y, en lugar de ver progreso, hoy ve un espejo de lo que ocurría en otras épocas.

En la Semana Santa del 97, mientras por el aire iban los helicópteros del Ejército bombardeando las veredas, por los caminos vecinales iban los paramilitares matando gente que ha regresado años hacia atrás y se ha vuelto a los momentos más dramáticos de esa represión, de esas amenazas”, relató.

Arley, entretanto, le dijo a Noticias Caracol que “mientras hacía usted la entrevista al padre nos llegaron los mensajes de más amenazas, que la estrategia es acabar con toda la familia de La Esperanza, de la comunidad, luego siguen Mulatos, Resbalosa y El Porvenir”.

Pero el padre Giraldo afirma que “con esto no nos van a suprimir, no nos van a acabar, no vamos a ceder, vamos a resistir pacíficamente y no vamos a abandonar estas fincas donde han llegado al extremo de la violencia”.

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A la Comunidad de Paz, esa que se unió para sobrevivir a la guerra, les han asesinado a más de 300 personas, pero sus integrantes mantienen la firme convicción de permanecer en resistencia cueste lo que les cueste.

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