La investigación por la impactante persecución policial de una lujosa camionetaentre Medellín e Itagüí que dejó cuatro personas heridas dio un importante giro.
Un detalle no menor surgió en las pesquisas que adelanta la Fiscalía: según las averiguaciones, hubo disparos que provenían de un solo lado.
“De ninguna manera ellos (ocupantes de la camioneta) ejecutaron disparos en contra de la Policía Nacional, se evidencia un desproporcional y excesivo uso de la fuerza por parte de la Policía Nacional”, señaló el abogado Yony García, representante legal familia del comerciante Pablo Medina.
El empresario de muebles, que tiene 26 años y quien iba al volante, tenía suspendida su licencia de conducción, por lo que habría emprendido la huida, pero según la investigación no iba armado.
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Los disparos que recibió en medio de la persecución lo tienen entre la vida y la muerte.
“Como consecuencia de los disparos que recibió a la altura del tórax y del cuello, se tienen comprometidos varios órganos que lo tienen en un estado de gravedad manifiesta”, indicó el abogado.
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Ante una situación como esa, ocurrida el fin de semana en Medellín, ¿cuál debe ser entonces el papel de la Policía en una persecución?
El experto penalista Óscar Santamaría explicó: “los miembros de la Policía pudieron haber disparado a una llanta y así neutralizar el vehículo para que no siguiera rodando, pero jamás dispararle al conductor o al copiloto de esta camioneta. Hay una desproporción, hay un abuso de la fuerza por parte de los miembros de la Policía Nacional”.
Según el apoderado de la familia, los disparos produjeron 20 orificios en el vehículo; algunos de los proyectiles impactaron al joven y su acompañante, un hombre de 30 años que sufrió heridas en una de sus extremidades.
La Policía Metropolitana del Valle de Aburrá se abstuvo de hablar hoy sobre el desarrollo de este hecho, pero el día de la persecución entregó la siguiente versión.
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“Activando nuestros protocolos en la Metropolitana, como es el plan candado para la ubicación de este vehículo, el cual realizando maniobras evasivas para poder evitar que se realizara la detención de este vehículo, intentando arrollar diferentes patrullas durante esta persecución”, dijo el coronel Iván Peñarete, comandante del Distrito 7 de la Policía del Valle de Aburrá.
Telefónicamente la Policía informó sobre la apertura de una investigación disciplinaria en contra de los funcionarios que participaron en el hecho, mientras que la familia de los afectados anunció acciones penales y administrativas.
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