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Cabezote Los Informantes

La historia de supervivencia de un parapentista tras quedar atrapado en el pico más alto de Colombia

Julio Bermúdez, de 46 años, sufrió un grave accidente al intentar despegar en su paracaídas de la cumbre de Pico Colón de la Sierra Nevada de Santa Marta, con la ayuda de su guía, Santiago Aparicio. Tras 8 días atrapados ya perdían toda esperanza de ser rescatados.

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El Pico Colón es considerado el punto más alto que tiene Colombia, ubicado en la Sierra Nevada de Santa Marta, y era para Julio Bermúdez, un médico y montañista de 46 años, el sueño de su vida poder llegar a la cumbre y despegar volando en su parapente. Sin embargo, ese anhelo que tenía fue obstaculizado por una gran montaña con la que se estrelló.Por poco y pierde la vida.

“No es un hobby, sino que realmente yo en mi tiempo y mis actividades cotidianas están pensadas en preparar estos viajes y buscar proyectos de montaña que me motiven para seguir adelante”, mencionó Bermúdez.

La expedición la organizó Alex Villa, un experimentado parapentista que ya había volado unos cientos de metros más abajo desde la Sierra y con quien se contactó Julio Bermúdez para ingresar al grupo que llevaría este viaje. “El plan eran seis días de ascenso de aproximación, más un día de intentar la cumbre del Pico Colón y después volar desde el glaciar del Pico Colón o desde la cumbre por todo el valle del río Palomino hasta la costa Caribe”, aseguró Bermúdez.

Julio subió a la cumbre acompañado por Santiago Aparicio, uno de los guías de la expedición. Frente a ellos se extendían más de trecientos metros de roca y unas tres horas de ascenso hasta la cima, su principal objetivo. “Para un montañista, no llegar a la cumbre es no haber logrado subir a la montaña como tal”, indicó a Los Informantes.

En el momento que alcanzaron esa tan soñada aventura en la cumbre solo tenían dos opciones, la primera era devolverse por el mismo camino que subieron, pero les tomaría entre tres y cuatro días. Y la segunda, que Julio abriera su parapente y bajara en línea recta hasta las playas de Palomino, esa fue la que eligió. “Lo último que recuerdo es haber pensado si esta ráfaga está muy fuerte. Me levanta el suelo y ahí yo lo último que pienso es tengo que girarme rápidamente para volver a tomar control del parapente y empezar a volar. Y ahí no recuerdo nada más”.

Él es médico y de inmediato se hizo su diagnóstico, pues sabía no había sido cualquier golpe y mucho menos algo leve. “Seguramente tengo las costillas rotas, un neumotórax que es un sangrado en el espacio pleural que está colapsando mi corazón y mi pulmón derecho. También los huesos de mi antebrazo están rotos y mi clavícula, pues me duele mucho y noto cierta deformidad. No puedo usar mi extremidad derecha”, reveló Bermúdez.

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Santiago alertó el incidente, mientras que su esposa, Lorena, armaba desde Bogotá una misión de rescate de alta montaña sin precedentes. Todo empezó con un equipo de infrarrojo que ayudaba a detectar por calor si había algún movimiento en el área, sin embargo, fue imposible poder encontrarlos. Después de 8 horas de búsqueda, logran dar con su paradero, pero solo fue hasta los 5 días siguientes que lograron sacarlos con vida del lugar más alto de Colombia. “Vale la pena intentarlo, vale la pena trabajar por los sueños, vale la pena prepararse, vale la pena gestionar los riesgos de la mejor manera posible. Hay mucha satisfacción de vivir esas experiencias y se puede vivir la vida intensamente”, concluyó Bermúdez quien a hoy recuerda una verdadera hazaña.

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