Las altas temperaturas de los primeros días de enero encienden las alarmas en el Valle de Aburrá, Bajo Cauca y Urabá, regiones que más han sentido el tiempo seco.
Por eso, escuchar las sirenas de los carros de bomberos ya una constante durante esta época del año.
El tiempo seco de enero obliga a que los organismos de emergencia atiendan conflagraciones, sobre todo de capa vegetal, como en Bello, donde en una semana, atendieron siete.
“La entrega de unos volantes, vamos a hacer unos vídeos llamando la atención de la comunidad para que en las montañas no tiren cerillas, colillas de cigarrillos encendidas, no tiremos vidrios, nada de basuras”, dijo el capitán Nelson Zuluaica, comandante de los bomberos de Bello.
Por su parte, la Gobernación de Antioquia alertó sobre la falta de nubosidad y sobre temperaturas que sobrepasan los 30 grados Celsius y que podrían generar incendios forestales en municipios como San Juan y San Pedro de Urabá, Necoclí, Arboletes, Caucasia, Cáceres, El Bagre y Nechí.
Desde el Dapard explicaron cómo las condiciones del terreno influyen en la generación de estas emergencias.
“Con este tema de ausencia de lluvias, los pastos, la vegetación, está muy seca, los suelos están muy secos, entonces todo esto es propenso para el tema de incendios vegetales. Tener mucho cuidado con el tema de quemas, de material vegetal,” pidió Jaime Enrique Gómez, nuevo director del Dapard Antioquia.
Las alertas son entre naranja y roja en dichas localidades, pero en el Valle de Aburrá, sumado a Bello
, otros municipios ya han tenido emergencias.
“Tuvimos varios incendios forestales aquí en el área metropolitana; en Caldas, en el Alto San Miguel, en La Estrella, no podemos bajar la guardia”, dijo Gómez.
En contraste con la temporada seca, municipios del Norte de Antioquia, en las horas de la madrugada, están experimentando heladas, situación que ha generado la quema de pastos y cosechas.