Se trata de 50 viviendas de interés social que entregó la Alcaldía de Popayán a igual número de beneficiados, quienes pasaron de la alegría a la preocupación.
Pilar Bolaños es una de las personas a la que la felicidad de tener su casa propia, tras varios años de espera, se le transformó en la angustia de no tener el dinero para pagar los servicios públicos que, según ella, no ha utilizado.
"Me parece injusto que nos estén cobrando unos meses que no se han vivido en estas viviendas. Se entregaron el 17 de agosto y, precisamente, ese día entramos con las llaves y lo primero que encontramos fue el recibo", relata la mujer.
Érica Paz, otra de las madres cabeza de familia beneficiaria de este proyecto, asegura que en esta factura también se les cobra el servicio de aseo.
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"El servicio de aseo nos llegó por $32.000. Nos están cobrando un servicio que no hemos ocupado todavía", indica Paz.
Clara López, jefe de la unidad de medición del acueducto y alcantarillado de Popayán, explica que los valores comienzan a correr una vez se instalen los medidores por petición de la constructora.
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"Nosotros acatamos la solicitud de ellos, hacemos nuestros procedimientos y, de ahí, el paso a seguir es de ellos. Sería revisar qué otros cobros se han hecho, a parte de estos que son mes a mes, para nosotros ver cómo les podemos colaborar", dice la funcionaria.
La mayoría de estas familias sostienen que no se han pasado a sus nuevas residencias por el temor de quedarse sin servicios públicos, ya que están para pago inmediato.
Asimismo, la empresa de acueducto y alcantarillado ha dado otra opción y es la de financiar estos cobros que se han dado hasta el momento.