Estas declaraciones las dio Maurice Armitage en medio de las sanciones que por estos días se vienen aplicando de acuerdo al Código de Policía.
Yariza Moreno tiene 27 años y es madre de una hija. Asegura que trabaja informalmente porque no ha podido ubicarse en ningún empleo.
“El Gobierno no le está dando empleo a uno, cuando se dan cuenta que uno tiene un hijo lo van haciendo a un lado, como si uno no valiera la pena”, dice la vendedora informal.
Como ella, Karen Palacios, vendedora del tradicional chontaduro en Cali, rechaza la norma que sanciona tanto a sus clientes como a ellas.
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“Muy mal hecho porque hay mucha gente, prácticamente la mayoría de las familias tenemos chontaduro y hay unos que no tienen trabajo, tienen ancianos que no saben qué hacer”, manifiesta.
Algunos habitantes de Cali rechazan la medida. “No, no estoy de acuerdo porque la gente necesita, la gente es pobre y necesita vender”, opina el ciudadano Alejandro Beltrán.
Ante la polémica desatada en el país por las multas a quienes compran alimentos en la calle, el alcalde Maurice Armitage dijo que a los vendedores ambulantes hay que ayudarles en lugar de atacarlos.
“La gente necesita ingresos, el 55 % de los colombianos se ganan la vida informalmente, tenemos que ayudarlos. Mientras este país no tenga la capacidad de generar el empleo para toda esta gente, a los vendedores ambulantes hay que ayudarlos a que salgan adelante”, dijo el mandatario de los caleños.
Siempre he defendido el derecho a trabajar libremente. Invito a las autoridades responsables del Código de Policía a revisar la norma que afecta a vendedores informales. Si hay una manera de que como país salgamos adelante, esa es facilitando las oportunidades, no limitándolas.
— Maurice Armitage (@MauriceArmitage) February 18, 2019
Incluso, al menos 580 vendedores informales del sistema de transporte masivo fueron carnetizados, también se les asignó un chaleco que les permite ejercer su labor sin problemas.
“A leer, a escribir, a hacer lo que nos decían allá, qué programas queremos”, comentar María Ubaldina Victoria, vendedora del MIO.
Las personas que hacen parte de este programa vienen recibiendo capacitaciones para formalizarse.