Nelly Villamizar, quien sacó a la luz un presunto soborno de $200 millones por parte de un exalcalde de Cota, terminó procesada en una aparente retaliación.
El calvario para la togada inició el 12 de abril de 2012, cuando denunció que Juan David Balsero había pagado la millonaria suma para que fuese fallado a su favor un proceso por pérdida de investidura.
El dinero habría sido pagado al presidente del Tribunal, Fredy Ibarra Martínez, y al secretario general de la misma corporación, Misael Alejandro Bautista.
Pese a las evidencias que presentó, la magistrada fue contradenunciada tanto penal como disciplinariamente por los compañeros que ella misma acusó. A su lado, por fortuna, siempre estuvo Justo Iván Peñaranda, su esposo y escudero, quien buscó pruebas, estableció contactos y hasta grabó conversaciones privadas para demostrar su inocencia.
Debido a este trabajo, Villamizar cree que su pareja debería ser contratado por la rama judicial.
“Pues yo creo que la Fiscalía lo debería contratar, sinceramente. Yo si quiero hacerle un gran reconocimiento a mi esposo, no solamente por el amor que me tiene, y al doctor Ricardo Gaviria, que es un excelente jurista, como ninguno”, declaró.
Pese a que la magistrada Villamizar fue absuelta en el proceso penal, la lucha continúa en el plano disciplinaria. Debido a las retaliaciones, actualmente se encuentra suspendida del cargo.
“Realmente nosotros consideramos que ahí hay unos delitos de prevaricato y de tráfico de influencias de quienes pidieron mi cabeza y mi destitución”, señaló la jurista.
Updated: octubre 28, 2017 07:59 p. m.