El nuevo superintendente de seguridad y vigilancia, Carlos Alfonso Mayorga, no descartó que guerrilleros de las FARC que se desmovilicen al final de los acuerdos de paz, puedan ser empleados como guardas privados de seguridad.
Mayorga sostiene que el sector privado tiene que comprometerse con el posconflicto. “Lo que sí está claro es que el sector de la seguridad privada, como todos los sectores de la economía nacional van a tener que hacer el esfuerzo necesario para vincular nuevos escenarios en el posconflicto, porque el país lo requiere y sin eso no es posible la paz”, indicó el nuevo funcionario.
Por su parte el viceministro de defensa, José Javier Pérez, anunció que los 257 mil guardas privados que hay en el país están preparándose para trabajar en un nuevo esquema. La idea es que con el refuerzo de las comunicaciones, estas redes de seguridad privada apoyen a las autoridades en la lucha contra los delincuentes.
“Ellos (los vigilantes) tienen incluso más cobertura que la Policía a sitios que por cualquier circunstancia determinada no está. Ese guarda nos puede producir inteligencia, contacto directo por comunicaciones con la policía y así podernos ayudar a toda la función”, indicó Pérez.
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En Colombia, en los últimos meses, han sido capturados 1.800 delincuentes por cuenta del apoyo que la seguridad privada le ha prestado a la Policía Nacional.