Alexander Shulgin, padre del éxtasis y en general las drogas sintéticas murió el 2 de junio de 2014 víctima de un cáncer de hígado diagnosticado un año atrás. Expiró mientras oía música meditativa budista junto con sus allegados. Sus últimos años los vivió en la tranquilidad de “la finca”, como llamaba a su amplia vivienda, campo y laboratorio, en un suburbio de Lafayette, California.
Como doctor en Bioquímica por la Universidad de Berkeley, conoció en 1976 las propiedades del MDMA, hoy conocido como éxtasis.
En su concepto el compuesto permitía a quien lo usara la posibilidad de “experimentar contenidos afectivos reprimidos por las barreras culturales".
A través de un psiquiatra, el compuesto fue recetado a miles de pacientes y no tardó en hacer parte de la cultura underground californiana. Sin embargo, nunca obtuvo ingresos por ese concepto.
"La mayoría de las drogas no son adictivas, y ciertamente no son escapistas, pero son herramientas valiosas para la comprensión de cómo funciona la mente humana", escribió en 2011 en su cuenta personal de Twitter.
Most drugs are not addictive, and theyre certainly not escapist, but theyre valuable tools for understanding the human mind and how it works
— Alexander Shulgin (@DrAShulgin) July 12, 2011