Luego de dos semanas de reforzada la seguridad en plazoletas como la de Berrío, la de Botero y San Antonio, la Policía entregó un balance.
Gracias a la presencia de unos 300 uniformados, esa institución ha logrado la disminución de porte de armas blancas –unas 90 personas son sorprendidas a diario con ese tipo de elementos-,el cierre de 35 establecimientos en los que al parecer ocurrían actos delictivos y tuvieron que ser cerrados por Código de Policía y las riñas disminuyeron.