Situaciones como esta, donde además de las amenazas se comete el delito de usura, son propias de dos bandas que ya están identificadas en el sur de Bogotá.
Autoridades recomiendan a quienes se acuden a esta modalidad que no firmen pagarés o letras en blanco, pues en el momento de las capturas, los delincuentes se valen de estos documentos para salir bien librados.
Estos delitos están acompañados por estafa y hasta lesiones personales, especialmente en dos bandas que tienen azotados las localidades de Bosa y Kennedy.
El capitán César Ortiz, investigador de la Sijin, advierte que quienes cobren exageradamente por préstamos incurren en el delito de usura y pueden ser judicializados.
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