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Abrazos y lágrimas: así vivieron las madres gestoras de paz su primera marcha

Abrazos y lágrimas: así vivieron las madres gestoras de paz su primera marcha

En la primera parte de su trayecto no faltaron las muestras de afecto, pero al llegar a la avenida Jiménez se encontraron con un escenario aterrador.
Hacia las cuatro de la tarde, un grupo de madres gestoras de paz se reunieron en el Parque Nacional para iniciar el acompañamiento a la marcha.
Iniciaron su recorrido por la carrera Séptima y en su camino iban abrazando manifestantes, en algunos momentos hubo hasta besos y lágrimas.
También dieron abrazos a los policías del Esmad que se encontraron a su paso.
"Queremos que ellos sientan que nosotros los amamos como hijos, somos mujeres que producimos hijos, pero no para la guerra", dijo una de ellas. 
Mientras en varias zonas de Bogotá había disturbios y enfrentamientos, las madres gestoras de paz ellas marcharon prácticamente solas, pues no acompañaron ninguna marcha, al menos hasta el centro de Bogotá.
Al llegar a la avenida Jiménez, se encontraron con un escenario aterrador: había barricadas y quema de llantas. Aun así, ellas insistían en pedirle a los manifestantes marchar en paz.
Solo se detuvieron mientras las mamás pasaban; dejaron sus fogatas para lanzar expresiones de afecto hacia ellas, que aseguraban estar dispuestas a todo.
"¿Si usted ve que un policía del Esmad agrede a un estudiante qué va a hacer? Me interpongo, porque no tienen derecho a agredirlos porque son nuestros jóvenes”, aseguraron
“¿Y si es al contrario? De igual manera, porque todos somos seres humanos", agregaron. 
Sin embargo, la paz se interrumpió más adelante cuando el Esmad dispersaba con gases a los manifestantes... a las madres no les quedó otro camino que salir corriendo y refugiarse en la secretaría de Gobierno. 
"Hoy, que es mi primer día como madre gestora, me da mucha tristeza por ellos. Se me fue hasta la voz porque el gas me hizo daño, uno se llena es de pánico", contó una madre gestora.

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