Abrazaban, tumbaban y hasta alzaban a sus víctimas. Eran doce y, realmente, no tenían vergüenza. Vea cómo marcaban a peatones y la forma en que se camuflaban.
Las autoridades los siguieron durante varios meses, paso a paso, y grabaron su accionar criminal. Lo primero que establecieron es que Los Llaveros delinquían, especialmente, en la Plazoleta de La Mariposa y sus alrededores, en el corazón de Bogotá.
Luego identificaron a cada uno de los doce integrantes de la organización. Sí, eran peligrosos y viejos en el mundo criminal. Tenían un prontuario tan extenso, que entre todos suman más de 30 años de condenas.
Alias ‘el Cucho’, por ejemplo, actuaba como campanero. Con lo muestra el video de esta nota, detectaba a su víctima, la analizaba, la rodeaba y la atacaba con cuchillo en mano. Después se perdía entre el tráfico vehicular.
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Alias ‘la Mona’, miembro también del grupo, se hacía pasar por vendedora ambulante. Así pasaba desapercibida para poder marcar a quienes iban a robar. Sus compañeros leían la señal y, de inmediato, caían como aves de rapiña.
No importaba la hora, Los Llaveros atracaban de día y de noche. Era tan su descaro, que llevaban ropa en maletines para cambiarse varias veces y evadir a las autoridades. Esas maletas, lamentablemente, se las cuidaban vendedores ambulantes de la zona.
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La pregunta que muchos ciudadanos se hacen hoy si estos sujetos, que asaltaban con puñales y hasta golpeaban a inocentes, irán efectivamente a prisión o si saldrán a la calle pronto para, como ha ocurrido en otros casos, seguir delinquiendo.