Es increíble lo que pasaba en la Ciudadela Santa Rosa, sur de Bogotá. Víctimas vivían encerradas por temor a ser desplazadas o asesinadas.
“Es triste ver que nuestros vecinos son quienes nos atracan y no podemos hacer nada”, dijo una de las afectadas.
“Nos toca encerrarnos porque somos amenazados, ellos no permiten que los niños salgan al parque porque ellos los amenazan, todos los días hay peleas, hay riñas, hay muertos”, declaró otra víctima de esta peligrosa banda, que delinquía sin compasión a plena luz del día o en la penumbra.
La banda, agregaron los temerosos ciudadanos, abordó al profesor de fútbol contratado por la alcaldía local para dar clases en el parque y lo sacó del barrio, con revólver en la cabeza, frente a padres y niños.
Según la Policía de Bogotá, los sujetos, liderados por alias ‘Balotelli’, llegaron al sector -en la localidad de San Cristóbal sur- diciéndoles a los vecinos que les iban a dar seguridad a cambio de cuotas mensuales que debían darles.
Quienes se negaban a ser extorsionados eran sacados a la fuerza de sus propias casas, que eran ocupadas inmediatamente por otra familia que accedía a sus exigencias.
Tras su captura estuvieron a punto de quedar libres por un error fiscal
Luego de meses de seguimiento, más de 400 uniformados le pusieron fin al terror que sembraba este grupo en la Ciudadela de Santa Rosa.
‘Balotelli’, según las autoridades, era el encargado de ordenar los desplazamientos forzados, las extorsiones, los cobros de vacunas y las amenazas de muerte.
Además, de proveer las granadas con las que atemorizaban a la población, organizar asonadas cuando policías pretendían ingresar a la zona y utilizar viviendas y hasta a sus víctimas como escudos en caso de una intervención.
Pero los capturados quedaron en libertad, al parecer, por un error de la Fiscalía, que no contaba con la documentación necesaria para la captura y orden de allanamiento.
Cuando parecía que varios meses de inteligencia terminarían frustrados, las autoridades volvieron al punto de partida, recabaron el material suficiente para hacer irrefutables los cargos que les endilgaban y, en medio de otro operativo relámpago, que se estructuró en menos de 48 horas, la totalidad de la banda fue recapturada. Esta vez sí fueron judicializados y enviados a prisión, a espera de ir a audiencia.