Estuvo a punto de pagar 144 meses de cárcel, pues al haber provocado la conflagración puso en riesgo a personas y bienes.
Al joven le inmovilizaron el vehículo en una vía de Bogotá, por no tener los papeles en regla.
“¡Es mi moto!”, gritó al ser retenido por las autoridades. Minutos después reconoció su error y fue dejado en libertad.