Este hombre reconoce que durante 10 años acudió a la Calle del Bronx para consumir. “Esa es la adicción: repetir, repetir y repetir hasta uno tocar fondos, no hablo de fondos, hablo de superfondos, fondos infinitos, por eso tomé la decisión de cambiar el estilo de vida", explica.
Ahora siente que volvió a nacer tras un proceso para dejar las drogas apoyado por la Secretaría de Integración Social.
Con los días, descubrió el amor por la lectura, el deporte y caminar en los jardines bajo el sol.
A sus 60 años quiere aprovechar la segunda oportunidad que, dice, le dio la vida. Precisamente, hace algunos meses obtuvo su título de bachiller y está estudiando para ser profesional en salud ocupacional.
Publicidad
"Hoy en día hice un encuentro conmigo mismo, veo todo más claro, aprovechando las oportunidades con el deseo de cambio y la lucha insistente para mantener una sobriedad permanente", es su testimonio.
En el Día del Padre dice que el mejor regalo son sus hijos, su motor para seguir avanzando en el camino del cambio porque, para él, no todo tiempo pasado fue mejor.