Apareció con fotocomparendos de infracciones de tránsito que él no cometió y cuyo valor superan los ocho millones de pesos.
El uniformado, identificado como José Guillermo Bermúdez, recibió en su casa 11 fotomultas. Desconcertado, observó que en efecto se trataba de la placa de su vehículo, pero que el carro de la foto no era el suyo.
Asegura que su carro fue gemeleado y, sin salir de su asombro, que también encontró que las infracciones habían sido cometidas en Barranquilla, Soledad y Puerto Colombia, en el Atlántico, lugares que, dice, ni siquiera conoce.
Hace dos años empezó su calvario de demostrar que el carro de las fotos no es el suyo.
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“En repetidas ocasiones les explico y les explico que no es mi vehículo, que si es posible envíen a una persona de allá, pero no ha sido posible", afirma Bermúdez.
Los ocho millones que cuesta pagar los comparendos no son su único problema. Por este motivo, la Policía le abrió una investigación disciplinaria.
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"La inspección general de la Policía Nacional me abrió una investigación por encontrarme entre los diez policías infractores a nivel nacional”, señala.
El uniformado dice que ya no sabe cómo más demostrar que su carro no es el de los fotocomparendos. Ahora no puede conducir ni una motocicleta de vigilancia debido a que no le renovaron la licencia por los comparendos vigentes.