Nuevos ataques vandálicos, que dejaron varios daños, vuelven a poner en discusión los protocolos de Claudia López frente a la protesta.
En el sector cercano a la sede de la Universidad Distrital de La Macarena se ven casas pintadas y hasta señales de tránsito dañadas debido a los desmanes que encapuchados protagonizaron.
Durante la manifestación, incluso una botella con gasolina y prendida en llamas terminó en el techo de una casa. Un hombre subió a bajarla para evitar una tragedia.
Estos hechos se presentaron ante la mirada de la fuerza disponible de la Policía que, con sus escudos, se protegió de los ataques y cumplió a cabalidad los protocolos mientras esperaba órdenes.
Según uniformados, la única orden que recibieron fue abandonar por varios minutos el sitio, lo que aprovecharon los vándalos para seguir destruyendo lo que tenían al frente.
Frente a estas versiones, el secretario de Seguridad, Hugo Acero, sostuvo que “no dieron ninguna orden” sobre retirar a la Policía.
Daniel Mejía, exsecretario de Seguridad, cuestionó al Distrito y señaló que “es muy delicado que vengan órdenes, no sabemos de dónde, diciendo que la Policía se repliegue, que no contenga esos disturbios completos”.
Vecinos del sector hacen un llamado para evitar tragedias durante las manifestaciones. Algunos, incluso, piden a la alcaldesa de Bogotá que renuncie los protocolos.